Ocultar las raíces y el espíritu que se albergan en la conciencia europea equivaldría a olvidar la larga y ancha historia de nuestro continente. El propósito de estas páginas, un conjunto de artículos escritos y rehechos a lo largo de más de cuatro lustros, es precisamente este: afirmar y defender las profundas raíces cristianas de Europa, desde su origen hasta nuestros días. Una Europa a la que Juan Pablo II llamó, desde Santiago de Compostela, a volver a sus raíces. Una Europa que se trazó desde la unidad de la España visigoda y que el Camino de Santiago amalgamó en una meta común . Una Europa que corre el riesgo de la despersonalización si olvida su s raíces, como han hecho ver repetidas veces Juan Pablo II y Benedicto XVI. Las obras de esta colección aúnan el pensamiento, la razón y la fe, y contemplan las disciplinas del saber humano desde una perspectiva cristiana.