La obra está dividida en dos partes, la primera sirve para aproximar al lector al contenido de las cartas y la segunda es una transcripción de las 116 cartas escritas por Rafael Mitjana a Felipe Pedrell que se encuentran en la Biblioteca de Cataluña. Para la transcripción se han seguido los criterios empleados en la transcipción diplomática, si bien, para hacer más accesible la obra al lector, se ha normalizado la acentuación y se han obviado las indicaciones de saltos de línea y de página.