Entender la identidad como diferencia específica de la oferta radiofónica católica, en un contexto de fuerte competencia, supone preguntarse por la naturaleza del medio y por la fisonomía del público al que se dirige. Por especificidad editorial se entiende la voluntad de caracterizar o de diferenciar decididamente el propio canal respecto a los otros. Tampoco debemos olvidar que la pregunta por la identidad es la pregunta por el fin de la creación del medio de comunicación, que inevitablemente para nosotros está inscrito en un proceso de evangelización. De hecho, aquí se aborda no poca de la perspectiva histórica del nacimiento y desarrollo de las radios católicas en España. El medio católico no tiene otra identidad más que los presupuestos de evangelización en los que se inscribe. ¿Por qué existen radios católicas? ¿En qué medida son complementarias a lo católico en la radio? Nos estamos enfrentando al problema de la identidad persuasiva: cómo conseguir un objetivo a través de la influencia que ejercen los discursos sobre los ámbitos racionales y afectivos de los demás. Nuestra reflexión sobre el añadido del contexto, una sociedad pluralista, se encuadra en el presupuesto de que no podemos pensar que existen radios católicas entendido lo católico como iniciativa de individuos católicos porque el sistema de radio pervierte de tal manera el medio que sólo este adjetivo es capaz de subsanar las deficiencias de lo sustantivo. La identidad no es, por tanto, excluyente, ni creadora de conflicto. Es, por naturaleza, integradora y potenciadora de las posibilidades del medio, la radio. La identidad no puede ser creadora del conflicto dentro de las organizaciones radiofónicas. La identidad se acepta como presupuesto de actuación. En este sentido, la identidad, y el ideario como texto, debe ser pedagógicamente presentado a los productores del medio. Es importante crear un clima favorable a esa personalidad. Otra cuestión es la de las formas de identidad, que nacen de la experiencia. La experiencia es un valor fundamental para el desarrollo de las formas y modos de identidad. Esperemos que este volumen sirva al debate público sobre la relación entre medios e Iglesia y aliente otras iniciativas de esta naturaleza