Las razones para escribir este libro fueron, en primer lugar, el convencimiento de que el aspecto estructural de la Química inorgánica no se puede situar sobre una base sólida hasta que el conocimiento obtenido del estudio del estado sólido haya sido incorporado a la Química como parte integral de la materia, y segundo, la convicción igualmente fuerte de que es sencillamente insatisfactorio añadir información sobre las estructuras de sólidos a las descripciones de los elementos y compuestos como ordinariamente se presenta en un estudio sistemático de Química inorgánica.