Un hombre en conflicto con los objetos que toca, un tipo en permanente diálogo con su pene, al que trata como un hermano pequeño, un inspector de policía... Los personajes de los relatos de Querida Olga son soñadores con importantes problemas para afrontar la realidad. Estos cuentos de Ramón Luque no se andan por las ramas y pican un poco de todo. Son relatos experimentales, breves, sencillos, directos, divertidos, fáciles de leer y tienen mucho de nosotros;