Con un tono amable y cercano, el autor expone sencillamente su visión de la realidad eclesial en temas como la necesidad de más información en su seno o la importancia del diálogo entre las diferentes visiones de cómo ha de ser la Iglesia. El autor reconoce la distancia entre algunas afirmaciones de tipo dogmático y algunas actitudes de la Iglesia jerarquía y las vivencias reales de los fieles.