Esta nueva edición de un clásico publicado por primera vez en 1969 y ya revisado y ampliado en 1980 hace algo más que plantear o contestar cuestiones concretas. Para empezar, establece las condiciones en las que el diseño se convierte en un tema abierto. Y luego investiga el modo en que deben mostrarse las decisiones y artefactos relacionados con él para ser socialmente necesarios. El caso es que la situación actual de los profesionales del diseño debe enfrentarse a una descripción clara y concreta de los imperativos educativos. Y el libro que el lector tiene entre las manos es la mejor herramienta disponible para explicar el tema.