Como buen conocedor del medio rural, el genial FER (apócope de Fernández y Fernández) sitúa la serie Puticlub en un anónimo pueblo de León. Los parroquianos del lugar, aburridos de su hastío conyugal y vital, encuentran en el burdel Lola's Club el mejor refugio para darle una alegría al cuerpo, provocando el lógico enfado en sus mujeres. Puticlub recrea situaciones disparatadas, engaños múltiples, visitas nocturnas, golferío a raudales y toneladas de carcajadas dedicadas a quienes piensan que la vida en el campo es un muermo.