Black Jack Graystoke, el último descendiente de una noble familia venida a menos, es el mayor granuja de toda la alta sociedad londinense, y todo parece indicar que se dirige sin remedio por el oscuro camino de la perdición. Para evitarlo, intervendrá el fantasma de la familia: Lady Amelia, espectro que sólo se deja ver cuando tiene que enderezar el rumbo de uno de sus irresponsables descendientes. Recién llegada de Irlanda, Moira O'Toole no es tan tonta como para creer en leyendas, ni lo bastante ingenua para confiar en alguien con la reputación de Graystoke. No obstante, después de que el destino o, tal vez, Lady Amelia la lleve hasta Graystoke Manor, se encontrará total y irremisiblemente seducida por el encanto de Jack, con esos ojos grises de tormenta capaces de hacerla perder la razón, y no tardará en darse cuenta de que su resistencia será inútil. Lo que no puede sospechar Jack es que bajo la cautivadora belleza de la muchacha se esconde un pasado misterioso y una oscura amenaza que puede llevarlos a la muerte
o a la salvación.