La obra de Clemente de Alejandría (h. 150-215) que ofrece el presente volumen constituye una invitación personal a la conversión. En la tradición cultural clásica un protréptico era, en sentido estricto y originario, un discurso de propaganda académica; por ello el autor cristiano adopta esta fórmula para presentar la primera tarea pedagógica del Logos divino, antes de presentarlo como Pedagogo y Maestro. Siguiendo un orden de prioridad, Clemente despliega su magisterio demostrando, en primer lugar, que el Logos de Dios es protréptico, porque exhorta e incita al cambio de vida y a la búsqueda de la verdad y de la salvación. Se trata de su primera obra literaria en la que ensalza a Cristo como intérprete y maestro del nuevo orden de realidades que establece el cristianismo. Utilizando el mismo método de los primeros apologistas cristianos, dibuja un cuadro de sombras y claros que descansa en la inmoralidad y necedad de los cultos, fábulas y misterios paganos por una parte, y, por otra, en la verdad y auténtica sabiduría de Cristo-Logos. Las exhortaciones transmitidas, llenas de piedad y optimismo, son válidas para el hombre de cualquier época. Se trata de la obra más sobria y mejor compuesta por el Alejandrino, donde aparecen todas sus mejores artes como escritor y moderador entre la cultura pagana y la cristiana. El resultado es un hermoso canto a la revelación divina.