En nuestros días el desarrollo ha de ser sostenible o no será desarrollo. La satisfacción de las necesidades actuales de las personas tiene que acometerse sin comprometer las posibilidades de satisfacer aquellas de las generaciones futuras. Pues bien, una de las cuestiones más íntimamente relacionadas con la necesaria sostenibilidad es la protección del medio ambiente. El trabajo que tiene por delante el lector constituye un estudio sobre derecho medioambiental, pero con un enfoque lo más plural posible, una suma de estudios surgidos desde distintas disciplinas que ha brotado con naturalidad, porque es difícil que cualquier investigador, sea cual sea el ámbito de su área de conocimiento, no sienta que merece la pena implicarse en el análisis del medio ambiente y de su regulación, como piedra angular del desarrollo sostenible. La obra ha querido además reflejar o simbolizar el hecho de que este sea un problema de alcance global, reuniendo en ella a especialistas de trece países. La participación de autores con circunstancias y experiencias territoriales diferentes genera un resultado de suyo más rico, ya simplemente por este factor de multiplicidad de visiones. Y dentro del análisis interdisciplinar e internacional del derecho medioambiental, este libro concentra su punto de mira de manera especialmente intensa en el terreno de los tributos. La finalidad intrínseca de los tributos es la puramente recaudatoria, obtener ingresos con los que cubrir las necesidades y demandas colectivas. Pero a la vez, las normas tributarias constituyen instrumentos de primer orden para perseguir fines extrafiscales; no hay que esperar al momento del gasto público para comprometerse con los asuntos medioambientales sino que el momento previo de la recaudación ya puede ser orientado hacia esa aspiración, de la que tanta conciencia se va tomando en los últimos tiempos. Son muchas las figuras y las medidas tributarias en todos los ordenamientos en las que resulta perceptible la preocupación por preservar el medio ambiente, bajo la máxima de “quien contamina, paga”, y el presente trabajo ofrece un repaso amplio al estado de lo que podríamos calificar como la fiscalidad verde.