En un mundo globalizado, marcado por la innovación tecnológica permanente y rápida, no hay lugar para escuelas ineficaces ni para profesores mal preparados o desmotivados. Sólo con profesores muy motivados y comprometidos con su profesión puede existir una escuela de calidad. Los estudios actuales muestran la relación existente entre liderazgo educativo, clima escolar, motivación de los profesores y resultados del aprendizaje. Así mismo existe una innegable correlación entre el clima escolar y la satisfacción personal y profesional de los docentes. Este libro ofrece numerosas sugerencias y actividades, de fácil aplicación en las escuelas, para mejorar el liderazgo y la eficacia de los órganos intermedios de gestión, como jefaturas de departamento, direcciones de ciclo, reuniones de tutores, etc., pretendiendo además abarcar todos los aspectos de la vida de la escuela. Esta intención globalizadora se explica por el hecho de entender la escuela como una organización que enseña y aprende y por ver la escuela como un espacio multidimensional en el que todo lo que ocurre tiene consecuencias en el proceso de desarrollo y aprendizaje de los alumnos. Un libro sumamente útil y estimulante para quienes se preocupan por la calidad de la educación y la buena práctica profesional de los docentes.