Los cambios sociales reclaman una constante adaptación de los sistemas educativos. En España tal adaptación se ha manifestado especialmente en la nueva configuración de la educación secundaria, planteando un perfil profesional docente distinto al que existía desde hace décadas. El análisis de las nuevas funciones docentes indica que el profesorado actual no ha sido formado para afrontarlas adecuadamente. Conocer las actitudes de los docentes hacia estas nuevas tareas nos permitirá saber qué necesidades formativas existen y con qué prioridad deben acometerse. Este libro presenta la investigación en torno a cuales son las actitudes del profesorado y qué papel puede jugar la formación permanente para incidir positivamente en ellas. El estudio muestra de qué forma y en qué condiciones la formación permanente del profesorado puede ayudar a afrontar mejor las nuevas tareas docentes