El sistema jurídico procesal penal debe dar una respuesta singular e individualizada a las víctimas especialmente vulnerables, personas con superiores dificultades que las que ya de por sí presenta una víctima, sufriendo, si no se ponen medios para evitarlo, un alto riesgo de victimización secundaria e incluso terciaria. Precisamente a evitar esta indeseable situación que se produce de facto en nuestra sociedad, se dirige el contendio de esta obra, la cual, desde una necesaria perspectiva multidisciplinar, aborda las deficiencias de nuestro sistema, aportando soluciones orientadas a la prevención y a la protección integral.