Con el lema «el pueblo quiere la caída del régimen» se inició en diciembre de 2010 la ola de revueltas más importante en el mundo árabe de las últimas décadas, con enormes consecuencias hasta la actualidad en la política internacional. Se comenzó a hablar incluso de una quinta ola democratizadora siguiendo el concepto acuñado por Huntington. Sin embargo, estas afirmaciones pecaron de excesivo optimismo pues, a pesar de que cayeron diversos presidentes, casi todos los regímenes consiguieron sobrevivir. Tanto es así que de entre todas las revueltas que tuvieron lugar tan solo Túnez, el país donde comenzó la Primavera Árabe el 17 de diciembre de 2010, ha llevado a cabo un proceso transicional hacia la democracia. Este libro, resultado de un intenso esfuerzo investigador, no supone sin embargo un análisis en profundidad de los cambios políticos de la Primavera Árabe en la totalidad de los países de la región, sino que se centra en tres casos paradigmáticos que sirven para explicar los tres posibles desenlaces principales, exceptuando el de la guerra civil: Túnez, Egipto y Jordania. Con ello, el objetivo principal del análisis es dar respuesta a qué es lo que realmente ha pasado en estos países en los últimos años y qué variables ayudan a explicar los hechos acontecidos.