Tradicionalmente se pensaba que un lugar donde se procuraba la recuperación de la salud no debería tener demasiados riesgos, pero lo cierto es que nos encontramos con toda suerte de los mismos, unos comunes a cualquier otro tipo de tarea y otros exclusivos de este medio, y lo peor de todo, muchos desconocidos. Hoy en día con los flujos emigratorios, en tantos casos ilegales y por tanto descontrolados, los riesgos biológicos del personal sanitario se incrementan con patologías infecciosas impropias de determinadas latitudes y por tanto de difícil detección. Por otra parte un hospital es un verdadero paraíso de productos químicos, tanto para su uso diagnóstico como para el terapéutico como el higiénico.