La relativamente crisis financiera dio lugar en el contexto europeo ha profundas reformas institucionales, pero también a un profundo replanteamiento de las garantías de uno de los pilares de este sector: el inversor. En esta reformulación tiene un papel protagonista la Directiva 2014/65/UE, de 15 de mayo (MiFID II) cuya transposición y entrada en vigor se pospuso al 3 de enero de 2018. Entre las numerosas novedades de esta normativa cabe destacar la imposición a la Administración supervisora, la CNMV de importantes deberes (caso de la supervisión macroprudencial), pero también la mejora de sus potestades de inspección y sanción. El ejercicio adecuado de estas potestades es esencial para el buen funcionamiento del mercado de ahí el interés de esta obra. En ella se analizará el impacto de la la MifidII en la capacidad sancionadora de la CNMV así como las implicaciones que este nuevo marco posee para la protección del inversor minorista.