Sally McMahon es una mujer madura que padece una profunda depresión. Para salir del pozo, decide buscar la ayuda de un especialista. Visita a un joven siquiatra, en sesiones mensuales, durante dos años. En ellas van aflorando los conflictos y problemas más hondos de su enfermedad y de su vida: la vejez, la idea de la muerte, la sexualidad, la relación con los demás, la desilusión... Y también el provecho, o no, de las propias citas médicas. La protagonista habla a tumba abierta de su propia depresión. La prosa camina ágil y atrayente, los diálogos médico-paciente son enormemente reveladores y en ellos afloran pensamientos profundos alrededor de las grandes dudas, contradicciones y peligros de esta tan extendida enfermedad. En los momentos bajos, Sally solamente se consuela recordando delante del doctor los viajes que hizo por toda Europa en sus años dorados, cuando era una escritora reconocida.