En el siglo XI bizantino aparece una abundante poesía personal y de ocasión. Dentro de los variados modos y temas que trata, la vena satírica es la más sugerente, porque en ella se despliegan ante nuestros ojos no solo la extraordinaria capacidad poética y retórica de sus autores, sino también un vívido cuadro del universo social e intelectual bizantino, en especial el de la capital, Constantinopla. Autores como Pselo, Cristóbal de Mitilene, Juan Mauropo y Miguel Gramático elaboran poéticamente sus dardos de palabras contra eclesiásticos que viven fuera de la regla cristiana, borrachos o demasiado aficionados a la buena vida, contra ingenuos coleccionistas de reliquias, contra personajes soberbios, codiciosos o falsarios, y sobre todo, contra sus doctos enemigos de bandos contrarios con los que compiten ferozmente por un puesto en la corte o por el éxito intelectual en el convulso siglo XI bizantino.