Las palabras se juntan en este álbum como cromos de una colección: si le, no le, si le, no le. El mundo visto desde un metro y poco de altura. Entre estos versos encontramos la ternura de los abuelos, los juegos y aventuras del recreo, el refugio de la familia, lugares comunes donde crecen estos poemas arropados por unas ilustraciones llenas de vida. Leer un poema despacio y en el momento propicio a un niño o a una niña es un gran regalo. Leer marcando el ritmo y la rima pero sin perder el sentido de lo que se está diciendo (aunque no tenga ningún sentido) es abrirle el gusto por la magia de las palabras, por lo que significan y por lo que contienen. En este libro se utiliza un lenguaje comprensible, una rima de juguete, un ritmo sencillo y viene con instrucciones o modo de empleo: los pequeños deben acurrucarse de forma que puedan ver bien los dibujos. Y los mayores deben leer con toda la tranquilidad del mundo, para que entre todos se comenten, cambien o reinventen los versos. Usándolo así queda garantizado un rato feliz.