El conde-duque de Olivares, privado de Felipe IV entre 1621 y 1643, asumió el gobierno de la Monarquía con un ambicioso ?aunque en buena parte fallido? programa de reformas políticas y no menos grandes designios para dar cohesión a los reinos peninsulares en la recuperación de la supremacía española en Europa. Su impronta personal quedó también marcada en las artes y en las letras de su tiempo, gracias a un calculado manejo de todos los resortes de patrocinio al alcance de su poder supremo. Así lo ponen de manifiesto los veintitrés ensayos recogidos en este libro, abarcando distintas facetas de la enorme máquina de propaganda que Olivares puso al servicio de su propia imagen y de la exaltación del monarca. Al indagar sobre el propósito y significado cultural de la «Biblioteca selecta» de don Gaspar de Guzmán, este volumen aborda naturalmente una reflexión más amplia en torno a las siempre controvertidas relaciones entre el poder y el saber. La bibliofilia, las bibliotecas y el comercio del libro en el siglo XVII forman el contexto común de una serie de episodios que revelan las intrigas de las camarillas cortesanas y los mecanismos secretos del mecenazgo literario, así como las formas de reclutar plumas mercenarias y las servidumbres más o menos declaradas de Góngora, Quevedo y otros hombres de letras adeptos o contrarios al régimen del conde-duque. Las valiosas aportaciones de este panorama de varia erudición son fruto de un equipo internacional de especialistas en la historia, el arte y la literatura del Siglo de Oro, cuyos trabajos fueron presentados y discutidos en un encuentro en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid en 2009.