Hemos transitado del Siglo de las Luces a la Sociedad Global, en donde el aprendizaje es factor crítico de supervivencia y éxito para el individuo, la familia la empresa, los grupos sociales, las naciones? Así lo afirma J. Stiglitz, nobel de economía, en La Sociedad del Aprendizaje (2015). El educador es el profesional clave en esta era de la innovación-creatividad. Las TIC ofrecen hoy al alumno información al segundo y conexiones múltiples inmediatas y globales: el mundo de las redes. Su mensaje es tremendamente atractivo. Les «en-red-a» (¡) y abduce (móvil, tableta, pc?); incluso intenta manipular su mundo de valores. El educador no puede ya refugiarse en el rol de mero transmisor de conocimientos. Ha de asumir el reto de su transformación profesional: ceder al alumno y al grupo el protagonismo del aprendizaje; y ?además de experto? transformarse en facilitador que dinamiza toda la energía del aula para lograr el desarrollo integral, no solo cognitivo, de todos los alumnos. La neurociencia ?la ciencia sobre la operativa del cerebro- y la psicología le ofrecen modelos operativos hoy contrastados para asumir su nuevo rol. La tecnología puede ser su gran aliado y al tiempo, su más fiero competidor. La Programación Neurolinguísta (PNL) aporta al educador dos áreas muy atractivas para el alumno: (1) entender su propio ego ?objeto de deseo, sobre todo, del adolescente-, y explorar y formular su meta vital; y (2) aprender a comunicarse y convivir ?con éxito? consigo mismo, los otros y su entorno. Y esto lo hace en vivo y en directo, con múltiples ejercicios que el educador aprende a experimentar en primera persona para aplicarlos, después, en el aula y el centro.