Sin pretender en ningún momento ofrecer una relación exhaustiva de los platos tradicionales de la cocina asturiana, las 52 recetas que se ofrecen en este libro constituyen una buena manera de introducirse en los usos culinarios de esta secular cocina. A quien todavía piense que la cocina asturiana es excesiva o desmesurada, le sorprenderán algunos de los platos aquí expuestos, y los que se acercan por primera vez a ella, encontrarán en él una magnífica guía, sin excesivas pretensiones, pero bien asentada en la práctica diaria