Este inspirado ensayo, escrito en Cortina dAmpezzo en el verano de 1926, ofrece la propuesta de vida espiritual coherente con la concepción que tiene Santayana de la filosofía como forma de vida. Platón, Plotino, Aristóteles, el hinduismo y el cristianismo son entretejidos en unas páginas que dibujan el particular acercamiento de su autor a lo espiritual desde el naturalismo, uniendo ambos extremos con férrea lógica. En un riguroso y concentrado estilo, propio del que ha bebido de la fuente misma de la experiencia, Santayana ofrece un texto luminoso que apela a lo que es universal, atemporal y «ahumano» en el hombre. Ahora, ochenta años después, se ofrece su primera traducción al español.