El ámbito geográfico de esta guía abarca el territorio comprendido entre la Cordillera Cantábrica y los Pirineos, con los valles costeros del golfo de Bizkaia y el del Ebro como bordes septentrional y meridional.Está integrado por un conjunto de montañas que en términos geológicos se pueden considerar jóvenes, pues son el fruto de choques ocurridos en la corteza terrestre hace aproximadamente cuarenta y cinco millones de años.El territorio abarcado por la guía ocupa buena parte de lo que se conoce como antigua Cuenca Vasco-Cantábrica, una vasta depresión localizada entre primitivos macizos montañosos situados donde hoy se alzan la Cordillera Cantábrica, los Pirineos y el sistema Ibérico.Por su ubicación, las montañas vasco-cantábricas ejercen un papel diversificador en el clima del norte de la península. En su seno se produce la transición entre el ambiente oceánico de la cornisa y la costa cantábricas y el típicamente mediterráneo del valle del Ebro. Por encontrarse situadas en el interior del golfo de Bizkaia, la llegada de las masas de aire húmedo del océano se retrasa con respecto a la cordillera, pero su efecto pluviométrico se dilata, a pesar de tratarse de elevaciones más discretas.Como consecuencia de todo ello, la cordillera presenta un clima oceánico templado hiperhúmedo en su extremo oriental, que se torna levemente más seco hacia el oeste. Por su vertiente meridional las montañas provocan una sombra de lluvias. La nubosidad se estanca en la fachada septentrional, registrándose una menor cantidad de precipitaciones en la vertiente mediterránea. Este efecto se produce también en aquellos valles cantábricos que están protegidos de la influencia atlántica por las montañas, como es el caso de los de Ayala, Orduña, o Mena.