Las relaciones entre el cine y la pintura siempre han sido fascinantes. No puede entenderse el cine sin contar con la pintura, y las reminiscencias entre ambos están presentes en numerosas y grandes películas. La figura del artista ha fascinado al gran público y el cine ha convertido a los creadores plásticos en objeto de la narración. Pero también ha desarrollado otras posibilidades, como presentar el proceso de creación o centrarse exclusivamente en una obra. En este libro se analizan los largometrajes de ficción que recogen los modelos relativos a algunos de los pintores más reconocidos. Son trabajos cinematográficos o para televisión que han creado escuela, realizados por directores de prestigio y que reflejan los ideales predominantes en su época y lugar.