Hermes tuvo que vivir una dramática aventura en el desierto del Sahara para comprender la importancia de encontrar el propósito que buscaba para su vida, que malgastaba dando palos de ciego. En la misma aventura, Adrián asume la culpa del suceso y agudiza sus debilidades autodestructivas, haciéndole descender hasta el abismo de la indigencia. Dafne, una mujer apresada por el sinsentido de su nombre, que asumió su adolescencia alocadamente, intentando crecer y experimentar cuantos retos se le presentaban, compitiendo con cuantos la rodeaban, incluyendo su propia madre, con resultados dramáticos. Estas pesadillas que se ocultan tras cada una de las miradas de estos personajes están fundamentadas en sufrimientos cimentados por juicios personales o sistémicos de muy difícil escapatoria. Sin embargo, gracias a la intervención altruista de otras personas que tuvieron la entereza de liberarse de ataduras emocionales similares y que ahora se entregan plenamente a ayudar a otros, que bien podríamos ser cualquiera de nosotros, para descerrajar las cadenas de esos juicios que les apresan y bloquean, posibilitándoles reanudar una nueva vida centrada en la paz interior, el amor honesto y desinteresado y la ilusión por vivir y contribuir para dejar un legado. Interesante relato aderezado por singulares sesiones de Hipnoterapia y conversaciones de coaching que, al igual que la primera novela del autor, El misterio de las voces interiores, hacen de esta novela una lectura atrayente que engancha al lector permitiéndole finalizar su lectura en pocas jornadas.