EN la infancia, los niños entran gustosamente en contacto con la poesía escrita para ellos. Sin embargo, poco después la abandonan para siempre. Parece que la razón -según trato de argumentar en este libro- se debe a la dificultad del lector para entender enrevesadas metáforas, complicadas imágenes, excesivas abstracciones y esa extraña ambigüedad en la que, a veces, nos perdemos. Esta teoría me lleva a defender que la poesía, generalmente, no puede ser entendida sin un aprendizaje previo de la misma, semejante al que hacemos de un idioma extranjero. Es éste un libro de animación a la lectura de la poesía, que exige de la ayuda del adulto y del profesorado. Tal vez no sea imposible conseguir que muchos de los niños de hoy disfruten en un futuro de los tesoros que la poesía ofrece. Y no olvidemos que quien es capaz de disfrutar de un poema, es capaz de disfrutar de cualquier otra forma de expresión literaria. GINÉS ANIORTE (Murcia, 1960) ejerce la enseñanza desde hace veinticinco años. Ha publicado en esta editorial Cuanto quise decir (2004), Los azares (2006) y Nosotros (2009). [email protected] PEPE RODRÍGUEZ (Madrid, 1970). Licenciado en Bellas Artes. Ha trabajado como diseñador gráfico y web, compaginando esta actividad con otras dentro de las artes plásticas. Actualmente alterna su trabajo como profesor de secundaria de la asignatura de Plástica y Visual con el de diseñador e ilustrador de la marca de camisetas «La Mona Chita» de la cual es uno de los artífices.