El Camino de Santiago es un itinerario de búsqueda interior sazonado por muchas experiencias que cultivan la parte más bella y espiritual de las personas. Se trata en realidad de una encrucijada de senderos que parten de diversos lugares geográficos de la vieja Europa para buscar, como meta, el confín occidental del continente, el finis terrae, en donde ya no es posible caminar con los pies sobre tierra firme, sino evocar la eternidad perfilada en el horizonte, allí donde mar y cielo se funden en un beso eterno, para retornar luego a la vida propia con renovados bríos, y con el deseo manifiesto de cambiar de vida, para bien.