Si, como decía san Juan de la Cruz: "un pensamiento del hombre vale más que el mundo entero", ¿por qué no espigar y agavillar algunos nacidos al calor de unas mentes y, sobre todo, de un corazón como el de esta gran mística? Es lo que hemos tratado de hacer, y también lo que ofrecemos en este precioso librito. Que cada uno elija cada día o en cada situación aquél pensamiento que más le impacte, y lo repita y lo rumie y lo contemple... ¡hasta que con la gracia del Señor, lo convierta en vida!