Payasos en la lavadora es una novela corta de humor negrísimo, en la que el sarcasmo y la parodia se manejan con la corrosiva fuerza imaginativa a la que ya nos tiene habituados el director de El día de la bestia. La novela propone un viaje por los rincones más oscuros y aberrantes de la insania y el paroxismo durante las fiestas de agosto en Bilbao, la Semana Grande. El monólogo de Satrústegi, poeta fracasado y en paro, logra en su creciente delirio hundir al lector en las tenebrosas cloacas de una mente desquiciada sin por ello abandonar nunca un humor desternillante. Pero la demencia de Satrústegi es también reflejo de los antros más repulsivos de la vida cotidiana, de su rastrera vulgaridad, de su violencia soterrada y zafia, del frío rostro que la miseria grotesca, a manera de espejo, nos devuelve. El loco, como el payaso de las bofetadas, es a la vez su testigo paródico y su víctima sacrificial.