Patatu ha encontrado una piña y se ha comido los piñones. Pero el problema es que la piña es mágica y cada piñón le ha cambiado el color de una parte del cuerpo. ¿Quién lo podrá ayudar? Martín, claro. Como siempre, el pequeño mago se encarga de buscar la solución, aunque tengan que viajar muy lejos.