En el artículo «El día de Difuntos de 1836», Mariano José de Larra realiza un paseo por Madrid. Se trata de un itinerario muy especial. Fígaro, influenciado por la fecha en que lo escribe y con un destrozado estado de ánimo, convierte a la capital de España en un enorme cementerio. En el fondo, tomando como pretexto el ingenuo paseo por la Villa y Corte, analiza con acritud la compleja realidad española de su época a través de los edificios y lugares que se va encontrando y las instituciones políticas, económicas y culturales que éstos representan. Con este PASEO LITERARIO POR EL MADRID DE LARRA, lo que se propone al lector es que, casi dos siglos más tarde, acompañe al famoso escritor y periodista madrileño en su paseo y descubra lo que todavía queda de aquel Madrid de los románticos. Para ello se explican las circunstancias que provocaron la tan crítica y pesimista visión de Larra sobre su patria, así como las claves para entender la difícil situación de la España de su tiempo.