El surgimiento y desarrollo histórico de la Función Pública durante el siglo XIX se produce a través de la superación del doble fenómeno de la politización y de la patrimonialización de los oficios públicos. A partir de aquí, se configura un régimen jurídico-público específico para el personal al servicio de las Administraciones Públicas, informado por los principios de mérito y capacidad, de objetividad y de neutralidad, que pretendía situar al funcionario al abrigo de injerencias externas, pero que también lo sometía al interés general concretado en la función pública a desarrollar. Hoy en día, en cambio, el sistema de Función Pública español, lejos del impulso autónomo de organización y de gestión que determinó su nacimiento, funciona principalmente por impulsos políticos. Una articulación política de la Función Pública que sólo es posible, a su vez, por la articulación jurídica de la repolitización y de la repatrimonialización que aquella padece. No es pues de extrañar que, a esta crisis institucional, le siga la crisis social de la Función Pública, con el cuestionamiento continuo de su función en la sociedad, exacerbando estereotipos más o menos justificados, pero que en última instancia revelan que una Función Pública politizada y patrimonializada no puede mantenerse y hacen por ello imprescindible profundizar en sus principios y caracteres originales y que, en su devenir histórico, se han ido olvidando cuando no violentando. La explicación de este doble proceso convergente de repolitización y de repatrimonialización de la Función Pública española es, en suma, el objeto de este libro titulado Pasado, Presente y Futuro de la Función Pública, pero subtitulado significativamente Entre la politización y la patrimonialización, por constituir los dos fenómenos permanentes que se ciernen peligrosamente sobre la Función Pública.