Tras una gran pelea con su novio Will, periodista como ella, Rosie va a hacer un reportaje a una mansión que está a punto de convertirse en el plató de un reality show, La casa de los años cincuenta. Pero al entrar por la puerta principal, Rosie se encuentra con que todo es gris y monótono: la comida, la ropa, la tele
Al principio cree que la han incluido en el show sin consultarla, pero pronto se da cuenta de que ha viajado en el tiempo. Will también está allí, sólo que ahora lo llaman Billy y está casado con su mejor amiga. Rosie no tiene más remedio que adaptarse al estilo de vida cotidiano de esos años. Pero ella es una chica de nuestra época, y sigue enamorada de Will