Evolución, esa sería la palabra con la que yo identificaría al arque de Atracciones de Madrid; un Parque que en su nacimiento en el año 1969 era lo más novedoso que teníamos los niños -y me incluyo- para divertirnos, experimentar nuevas sensaciones, conocer el significado eal de la palabra adrenalina, o disfrutar de momentos en familia que han quedado imborrables en nuestra memoria. Los niños de hoy esperan algo más que una sensación de vértigo o adrenalina, necesitan verse inmersos en una experiencia desde que acceden al Parque hasta que deciden montar en una de nuestras atracciones. Y eso es lo que ha ido haciendo el Parque de Atracciones de Madrid en sus casi 50 años de historia, evolucionar, adaptarse al visitante actual introduciendo atracciones y tecnología de última generación y ofreciendo distintas temáticas para cada tipo de cliente.