La experiencia educativa presentada describe el funcionamiento del Servicio Socioeducativo de «Can Torner», que se encuentra en la ciudad de Mataró (Barcelona) y forma parte de sus servicios públicos. El centro tiene como misión favorecer la integración y la circulación social de adultos que presentan serias dificultades de promoción social: mujeres jóvenes extranjeras con responsabilidades familiares, hombres y mujeres excluidos de sus entornos laborales o familiares. El trabajo profesional desarrollado por el equipo de educadoras pivota entre dos ejes claves: por un lado concebir el centro educativo como un espacio «lanzadera» que permita a los participantes tejer mejores relaciones con la red pública de servicios de la ciudad: escuelas de adultos, centros cívicos, centros de formación ocupacional, bibliotecas, etc.; por otro lado, crear un clima de confianza y compromiso entre tres agentes implicados: ayuntamiento, profesionales y participantes. El ayuntamiento facilita medios financieros e instalaciones cómodas, seguras y accesibles; los profesionales diseñan y facilitan aprendizajes con contenidos que capaciten para la circulación social; los participantes se implican en sus procesos formativos, en tanto que actores y garantes de sus particulares patrimonios culturales. El título de este texto quiere sintetizar la necesidad de universalizar las prestaciones sociales para poder garantizar una mejor promoción social y cultural desde los servicios públicos. Con ello también se expresa la necesidad de que los servicios sociales municipales se integren en redes y estructuras organizativas transversales junto a otras instituciones ciudadanas con la finalidad de mejorar, fortalecer y compartir el conocimiento de las nuevas exigencias de la vida en la ciudad y de buscar nuevas estrategias para abordarlas conjuntamente