Nada hay imposible para un padre si su hija se encapricha de la luna. Cogerá una escalera muy alta, trepará hasta una gran montaña y desde allí charlará con la luna para ver si se deja atrapar. Como muchos de los libros de Carle, su poderosa ilustración y su gran fuerza plástica nos transmiten una historia cargada de poesía.