David tiene diez años y vive con su familia en el gueto en Varsovia. Es narrador, actor y testigo. A través de sus ojos el autor nos adentra en la vida del gueto y en la supervivencia y resistencia en el mismo. Previo a las deportaciones a los campos de exterminio, el sometimiento del mundo judío al dictamen de los poderes nazis coloca en una insostenible situación a los judíos que de momento parecen no admitir el oscuro pasado que se presenta. El futuro incierto de la mano de un niño, David, y la confrontación con la tradición de la mano de su abuelo muestran dos caras de un pueblo condenado a la catástrofe.