Prólogo de Otto de Habsburgo Tras un primer llamamiento a la unidad de Europa en Octubre de 1922, Coudenhove-Kalergi propuso en 1923 el primer proyecto moderno de una Europa unida, expuesto en su libro Pan-Europa. Esta obra profética sigue fascinando por su actualidad. Según Coudenhove-Kalergi Europa es heredera de un rico pasado y debe estar unida para sobrevivir, aunque preservando las particularidades de todos sus pueblos. El rechazo a todo prejuicio nacionalista, la defensa de la libertad y la consolidación de la paz son, junto con la reconciliación de Francia y Alemania, los pilares de la unidad europea. Traducido a numerosos idiomas, este llamamiento tuvo un gran eco en medios intelectuales y políticos: en él se pasa revista a las causas de las crisis europeas, se esbozan soluciones concretas y, sobre todo, la unión de Europa aparece como algo plausible y deseable y no como una lejana utopía. Además interroga sobre la cuestión fundamental de la dimensión espiritual e intelectual de la unión del viejo continente.