Este libro trata de redescubrir Palmira de la mano de la visión romántica de los primeros exploradores europeos que la visitaron, aquellos que decidieron atravesar el desierto para deleitarse con las ruinas de una ciudad que había mantenido su fama a pesar de su abandono, al abrigo de las áridas montañas y el polvo del desierto. Paradojas de la historia, la ciudad de las caravanas fue redescubierta para Occidente por dos comerciantes de la factoría de la English Levant Company de Alepo, quienes trataron de visitar Palmira por primera vez en 1678. Desde entonces, hasta su reciente destrucción por parte de los terroristas del ISIS, Palmira, fue, es y será, una ciudad con el trazo extenso de una palmera.