Libro que reúne una pA preciosa de la obra poética de Octavio Paz (1914-1998): Bajo tu clara sombra, Calamidades y milagros, Semillas para un himno, ¿Águila o sol?, y La estación violenta son los libros que se presentan reunidos bajo este título ya clásico.
Con este volumen Octavio Paz aborda un territorio familiar: la literatura mexicana. Contiene seis ensayos sobre la poesía mexicana, desde su nacimiento en el siglo XVI hasta la época contemporánea. -Prologo -Seis vistas de la poesía mexicana Contemporáneos Antevíspera: Taller Post-scriptum -Protagonistas y agonistas: Poetas Alcance: Poesías de José Juan Tablada Muerte sin fin: José Gorostiza Imágenes desterradas: Alí Chumacero Las manchas del sol: Jaime García Terrés La paloma azul: Manuel Durán Respuestas a Cuestionario y algo más: Gabriel Zaid Adrede de Gerardo Deniz: Composiciones y Descomposiciones -Protagonistas y agonistas: Narradores Las páginas escondidas de José Vasconcelos Josefina Vicens: El libro vacío Encuentros de Juan García Ponce Manual de Distraído: Alejandro Rossi -Dítono Silvestre Revueltas Carlos Chávez
El signo y el garabato, publicado en México en 1973, inédito en España hasta hoy y aumentado en la presente edición, reúne ensayos, artículos y notas sobre temas literarios y artísticos, desde las relaciones complejas entre poesía y tecnología o la crítica de arte de Baudelaire hasta el arte tántrico, Mallarmé, Ezra Pound o Rabindranath Tagore. En palabras del propio Octavio Paz, «en todas las civilizaciones el signo es el depositario del sentido pero a veces y en ciertos períodos se produce una suerte de evaporación de los significados. La historia es un cementerio de signos vacíos. En nuestro tiempo, lo mismo en la esfera de la literatura y el arte que en las de la moral, la política y el erotismo, asistimos no tanto a un desvanecimiento de los signos como a su transformación en garabatos: signos cuyo sentido es indescifrable o, más exactamente, intraducible. Entre el signo y el garabato se despliegan las artes y las letras de nuestros dias».
a intervención del propio autor en la elaboración, estructuración, revisión y comentario de todo el material confiere un valor excepcional a esta edición de las Obras completas de Octavio Paz, en ocho volúmenes, que pone al alcance de los lectores una de las producciones literarias y ensayísticas más profundas del siglo XX. La obra de Octavio Paz constituye un complejo diálogo entre la reflexión y la creación, a través del cual se hace patente uno de sus principios más preciados: 'La pasión ha de ser lúcida'. Entre otros muchos premios, Octavio Paz recibió el Cervantes en 1981 y el Nobel en 1990.
Este volumen recupera 55 cartas escritas por Octavio Paz a tomás segovia entre 1957 y 1985. Son testimonio de una afinidad intelectual, quizá más que de una amistad, sustentada en la feliz posibilidad de hablar con alguien (...) En un lenguaje común y sin intérpretes. Esta conversación se mantuvo en el terreno epistolar durante más de 10 años, desde que segovia envió a paz su reseña de el arco y la lira, publicada en la revista mexicana de literatura a fines de 1956, hasta que pudieron estrecharse nuevamente la mano en el verano de 1967, cuando Octavio Paz viajó a méxico para ingresar en el colegio nacional. Entonces se saludaron dos amigos que ya habían discutido un amplio temario: la poesía y la poética, el significado y la vigencia del surrealismo, el lugar de las letras y el pensamiento hispanoamericanos en el mundo, la cortedad del medio literario mexicano, y la necesidad de abrir espacios para el despliegue de la imaginación crítica.
En 1956, a iniciativa de Jaime García Terrés, director de Difusión Cultural de la UNAM, se fundó Poesía en Voz Alta. En la primera reunión, Octavio Paz y Leonora Carrington propusieron que en lugar de recitar poemas se montasen obras de teatro, de preferencia en un acto, ya que se contaba con un notable grupo de actores jóvenes. La hija de Rappaccini fue representada por primera vez el 30 de julio de 1956, en el Teatro del Caballito, en la ciudad de México. Director de escena: Héctor Mendoza; escenografía y vestuario: Leonora Carrington; música incidental: Joaquín Gutiérrez Heras.
La presentación de Los olvidados en el festival de Cannes fue, en gran medida, un acontecimiento que, como atestiguan estas páginas, dio origen a una amistad entre Buñuel y Paz mantenida por un interés común por el cine y la literatura hasta el final de sus vidas. Además del ilustrativo prólogo de José de la Colina, se incorporan los textos que Paz redactó para la presentación de la película y el poema de Jacques Prévert.
Miscelánea, subtítulo con el cual se ha denominado al vasto y heterogéneo grupo de textos reunidos en el último tomo de las Obras completas añade los matices necesarios para poder apreciar mejor al autor y su obra desde otras perspectivas. El presente volumen comprehende los tomos XIII, XIV y XV de la edición precedente y abunda en textos de géneros varios y de épocas también diversas, que en conjunto son prueba de la riqueza contenida en este tomo; baste como ejemplo mencionar: los textos publicados en periódicos y revistas, poesía y prosa de sus primeros años, correspondencia y entrevistas.
Creación y reflexión: vasos comunicantes. El carácter necesario que ha tenido para mí esta doble actividad me llevó [a la decisión de que] el primer volumen de mis obras debería contener mis reflexiones sobre la poesía. En los grandes poemas de Wordsworth la dualidad entre poesía y poética, creación y crítica, se resuelve en unidad; en sus más altos momentos, el entusiasmo reflexiona, por decirlo así, se contempla y contempla el mundo que lo rodea: la naturaleza, el hombre y sus pasiones.Por ejemplo, en ese memorable pasaje de The Prelude en el que Wordsworth relata un sueño.El poeta, sentado en un peñasco frente al mar, se adormece; entonces ve a un guerrero beduino que custodia dos objetos: una piedra y un caracol marino. Son dos "libros", en el lenguaje, de los sueños: la piedra es el Euclides, en el que las contelaciones dibujan sus figuras; el caracol es la poesía, en cuyas espirales está grabada la mísica del tiempo. Octavio Paz.
Libro que reúne una pA preciosa de la obra poética de Octavio Paz (1914-1998): Bajo tu clara sombra, Calamidades y milagros, Semillas para un himno, ¿Águila o sol?, y La estación violenta son los libros que se presentan reunidos bajo este título ya clásico.
Con este volumen Octavio Paz aborda un territorio familiar: la literatura mexicana. Contiene seis ensayos sobre la poesía mexicana, desde su nacimiento en el siglo XVI hasta la época contemporánea. -Prologo -Seis vistas de la poesía mexicana Contemporáneos Antevíspera: Taller Post-scriptum -Protagonistas y agonistas: Poetas Alcance: Poesías de José Juan Tablada Muerte sin fin: José Gorostiza Imágenes desterradas: Alí Chumacero Las manchas del sol: Jaime García Terrés La paloma azul: Manuel Durán Respuestas a Cuestionario y algo más: Gabriel Zaid Adrede de Gerardo Deniz: Composiciones y Descomposiciones -Protagonistas y agonistas: Narradores Las páginas escondidas de José Vasconcelos Josefina Vicens: El libro vacío Encuentros de Juan García Ponce Manual de Distraído: Alejandro Rossi -Dítono Silvestre Revueltas Carlos Chávez
El signo y el garabato, publicado en México en 1973, inédito en España hasta hoy y aumentado en la presente edición, reúne ensayos, artículos y notas sobre temas literarios y artísticos, desde las relaciones complejas entre poesía y tecnología o la crítica de arte de Baudelaire hasta el arte tántrico, Mallarmé, Ezra Pound o Rabindranath Tagore. En palabras del propio Octavio Paz, «en todas las civilizaciones el signo es el depositario del sentido pero a veces y en ciertos períodos se produce una suerte de evaporación de los significados. La historia es un cementerio de signos vacíos. En nuestro tiempo, lo mismo en la esfera de la literatura y el arte que en las de la moral, la política y el erotismo, asistimos no tanto a un desvanecimiento de los signos como a su transformación en garabatos: signos cuyo sentido es indescifrable o, más exactamente, intraducible. Entre el signo y el garabato se despliegan las artes y las letras de nuestros dias». 
a intervención del propio autor en la elaboración, estructuración, revisión y comentario de todo el material confiere un valor excepcional a esta edición de las Obras completas de Octavio Paz, en ocho volúmenes, que pone al alcance de los lectores una de las producciones literarias y ensayísticas más profundas del siglo XX. La obra de Octavio Paz constituye un complejo diálogo entre la reflexión y la creación, a través del cual se hace patente uno de sus principios más preciados: 'La pasión ha de ser lúcida'. Entre otros muchos premios, Octavio Paz recibió el Cervantes en 1981 y el Nobel en 1990.
Este volumen recupera 55 cartas escritas por Octavio Paz a tomás segovia entre 1957 y 1985. Son testimonio de una afinidad intelectual, quizá más que de una amistad, sustentada en la feliz posibilidad de hablar con alguien (...) En un lenguaje común y sin intérpretes. Esta conversación se mantuvo en el terreno epistolar durante más de 10 años, desde que segovia envió a paz su reseña de el arco y la lira, publicada en la revista mexicana de literatura a fines de 1956, hasta que pudieron estrecharse nuevamente la mano en el verano de 1967, cuando Octavio Paz viajó a méxico para ingresar en el colegio nacional. Entonces se saludaron dos amigos que ya habían discutido un amplio temario: la poesía y la poética, el significado y la vigencia del surrealismo, el lugar de las letras y el pensamiento hispanoamericanos en el mundo, la cortedad del medio literario mexicano, y la necesidad de abrir espacios para el despliegue de la imaginación crítica.
En 1956, a iniciativa de Jaime García Terrés, director de Difusión Cultural de la UNAM, se fundó Poesía en Voz Alta. En la primera reunión, Octavio Paz y Leonora Carrington propusieron que en lugar de recitar poemas se montasen obras de teatro, de preferencia en un acto, ya que se contaba con un notable grupo de actores jóvenes. La hija de Rappaccini fue representada por primera vez el 30 de julio de 1956, en el Teatro del Caballito, en la ciudad de México. Director de escena: Héctor Mendoza; escenografía y vestuario: Leonora Carrington; música incidental: Joaquín Gutiérrez Heras.
La presentación de Los olvidados en el festival de Cannes fue, en gran medida, un acontecimiento que, como atestiguan estas páginas, dio origen a una amistad entre Buñuel y Paz mantenida por un interés común por el cine y la literatura hasta el final de sus vidas. Además del ilustrativo prólogo de José de la Colina, se incorporan los textos que Paz redactó para la presentación de la película y el poema de Jacques Prévert.
Miscelánea, subtítulo con el cual se ha denominado al vasto y heterogéneo grupo de textos reunidos en el último tomo de las Obras completas añade los matices necesarios para poder apreciar mejor al autor y su obra desde otras perspectivas. El presente volumen comprehende los tomos XIII, XIV y XV de la edición precedente y abunda en textos de géneros varios y de épocas también diversas, que en conjunto son prueba de la riqueza contenida en este tomo; baste como ejemplo mencionar: los textos publicados en periódicos y revistas, poesía y prosa de sus primeros años, correspondencia y entrevistas.
Creación y reflexión: vasos comunicantes. El carácter necesario que ha tenido para mí esta doble actividad me llevó [a la decisión de que] el primer volumen de mis obras debería contener mis reflexiones sobre la poesía. En los grandes poemas de Wordsworth la dualidad entre poesía y poética, creación y crítica, se resuelve en unidad; en sus más altos momentos, el entusiasmo reflexiona, por decirlo así, se contempla y contempla el mundo que lo rodea: la naturaleza, el hombre y sus pasiones.Por ejemplo, en ese memorable pasaje de The Prelude en el que Wordsworth relata un sueño.El poeta, sentado en un peñasco frente al mar, se adormece; entonces ve a un guerrero beduino que custodia dos objetos: una piedra y un caracol marino. Son dos "libros", en el lenguaje, de los sueños: la piedra es el Euclides, en el que las contelaciones dibujan sus figuras; el caracol es la poesía, en cuyas espirales está grabada la mísica del tiempo. Octavio Paz.