Resultados de la búsqueda para: Lord Byron





EL BURDEL DE LORD BYRON (DE VILLENA, LUIS ANTONIO)
Una prostituta recuerda sus encuentros y cartas con Lord Byron. «Byron siempre me llamó Lily y yo a él Lord. No milord, no. Lord, simplemente. ¿Cómo se explican esas cosas?» Con estos elementos, Luis Antonio de Villena nos regala la voz de una mujer que lo supo todo sobre el amor, y cuyos recuerdos consiguen enriquecer y humanizar el perfil inagotable del gran poeta romántico. «Los besos morían en el anonimato y nada era imposible. Era la gloria de la carne sin amor y sin interés. Byron recordaba a una mujer de ojos azules en un gran salón lleno de máscaras. Creyó que era Augusta: una amorosa hermana que le buscaba. Aquellos días de espléndida derrota del cuerpo le hicieron volver a pensar —acuñar mejor— lo que deseaba como destino. Me acuerdo que dijo: morir de pie debe ser el mejor sentido de la vida; si mueres de pie, es posible que vivir haya merecido la pena.»

CAÍN (EDICIÓN BILINGÜE) (LORD BYRON)
Desde su infancia, Byron estuvo obsesionado con la tragedia de los dos hermanos, Caín y Abel. Sobre todo le indignaba el terrible castigo soportado por aquel fratricida, predestinado por Yavé a matar a su hermano Abel. Esto le sirvió para ilustrar la miseria de la presunta libertad humana y las despiadadas injusticias de Yavé.

DÉBIL ES LA CARNE . CORRESPONDENCIA VENECIANA (1816-1819) (LORD BYRON)
Es éste un libro inusual, por su contenido, y porque en su elaboración han participado, además de Byron, dos escritores de gran prestigio : Jaime Gil de Biedma y Eduardo Mendoza. En efecto, de la ingente correspondencia del primero, el poeta Jaime Gil de Biedma hizo una selección muy personal, que se proponía traducir y prolongar. Su muerte, ocurrida en 1991, le impidió llevar a cabo este proyecto, que años más tarde retomó el novelista Eduardo Mendoza. De éste es la magnífica traducción de las cartas, así como el prólogo, que permite acometer la lectura de este excepcional y cautivante documento con una imagen cabal de la figura de George Gordon Byron (1788-1824), el gran poeta del romanticismo inglés, y de las circunstancias personales e históricas en que se inscribe esta fracción de su correspondencia.Las cartas seleccionadas corresponden al periodo veneciano de la vida de Byron, es decir, el que se inicia en 1816 con la llegada del poeta a Venecia, «la isla más verde de mi imaginación», fugitivo de la sañuda persecución de sus compatriotas. Tres años de exilio, dolorosos y fructíferos?en los cuales escribió, entre otros muchos poemas, Manfred y DonJuan, seguramente su obra maestra?, y también años turbulentos y escandalosos, que culminaron, tras una infinidad de incidentes y de no pocos lances amatorios de corte tragicómico, en su apasionado idilio con la condesa Teresa Guiccioli, tras cuyos pasos Byron abandonó Venecia definitivamente en 1819. Las cartas, desenfadadas, agudas, vehementes, a veces patéticas, y siempre de una conmovedora sinceridad, nos revelan las diversas facetas de la personalidad del autor, sus peripecias amorosas, su preocupación por el dinero y por la edición de las obras, sus opiniones literarias y, sobre todo, sus apasionadas relaciones con los destinatarios : su ex esposa, su hermana Augusta, sus amigos y su editor, entre otros. Por añadidura, como dice Eduardo Mendoza en el prólogo, esta correspondencia «constituye un relato insólito y particularmente vívido de aquella Venecia decadente, turbia, depauperada y licenciosa, que los turistas procuraban sortear».

EL ALGORITMO DE ADA . LA VIDA DE ADA LOVELACE, HIJA DE LORD BYRON Y PIONERA DE LA ERA DE LA INFORMÁTICA (ESSINGER, JAMES)
Ciento cincuenta años después de su muerte, un conocido programa informático científico recibió el nombre de Ada en homenaje a Ada Lovelace, la única hija legítima de lord Byron. Desde que matemáticos como Alan Turing empezaron a reconocer su contribución, decisiva pero olvidada, hoy se la considera pionera en la historia de la invención del ordenador. Fue ella quien estableció la diferencia entre datos y procesos, esencial para la computación, abriendo así el camino a la ciencia informática. James Essinger cuenta magníficamente en El algoritmo de Ada las circunstancias y el desarrollo de este inusitado talento en medio de los miedos de una madre obstinada y el legado de un padre tempestuoso, cuyas hazañas sexuales resonaban en los círculos de la aristocracia tanto como sus poemas.

MANFREDO (LORD BYRON)
Manfredo representa una de las obras dramáticas más características de Byron. En ella plasma el doloroso desengaño que el avance del saber produce en las mentiras consoladoras urdidas por el hombre para paliar su miedo a la soledad ante el cosmos y las torturas del sentimiento por una culpa inconfesable.

LA NOVELA PERDIDA DE LORD BYRON (CROWLEY, JOHN)
En una tormentosa noche de 1816, Mary Shelley y Lord Byron se enfrentaron al desafío de escribir la mejor historia de miedo. Como resultado, Mary Shelley creó a Frankenstein, mientras que Lord Byron cejó en su empeño y abandonó el relato, consolidando toda su producción literaria en una extraordinaria obra poética. Pero ¿y si lo hubiera terminado? Hoy, siglos más tarde, una historiadora encuentra documentos que demuestran que el mítico autor romántico llegó a escribir la novela, titulada La tierra del ocaso, y que el manuscrito fue salvado de la destrucción y cifrado en un misterioso código por su hija. Literatura y matemáticas se dan la mano en una investigación apasionante para descifrar la obra perdida de Lord Byron, en un acto de suplantación literaria sin precedentes. John Crowley teje una compleja historia de traiciones, misterios y venganza. La novela perdida de Lord Byron es una sorprendente narración capaz de transportarnos de una época a otra, una lectura que atrapa hasta el final. En esta novela «confluyen magistralmente el Romanticismo con la Era de la Información: cada una de sus páginas desprende autenticidad. John Crowley es un magnífico narrador e inventor de historias» (Harold Bloom).

EL CABALLO DE LORD BYRON (PÉREZ-SAUQUILLO, VANESA)
Desde su lámpara, un poderoso genio nos cuenta esta sorprendente historia donde la realidad se cruza con la magia... Marco está fascinado con el poeta que va a vivir en el palacio donde trabajan sus padres. Se llama Lord Byron ¡y trae una barca llena de animales! Monos, zorros, pájaros... ¡Qué alegría cuando Lord Byron le dice que su hija Allegra pasará allí unos meses, así no se aburrirá entre tantos adultos! En un verano luminoso e inolvidable, Marco descubrirá con Allegra los pasadizos secretos del palacio veneciano; juntos buscarán tesoros y se asombrarán con los extraordinarios objetos que guarda el poeta en baúles y cajas. Pero las aventuras pueden traer también desventuras, y la magia puede resultar peligrosa. A veces el mayor de los tesoros está al alcance de nuestra mano. Solo hay que saber distinguirlo.

DIARIOS LORD BYRON (LORD BYRON)
Quizá nadie haya personificado la figura del poeta romántico como George Gordon Byron (1788-1824), sexto barón de Byron, cuya singular y repentina celebridad surcó el firmamento cultural europeo como un cometa. Su linaje aristocrático, su tumultuosa vida en Londres y en Venecia, sus simpatías revolucionarias y su temprana muerte en Grecia sellaron la identificación del autor con unos personajes -Childe Harold, El corsario, Manfred- que parecían encarnar ese oscuro impulso de libertad y rebeldía nihilista del espíritu moderno. La realidad, sin embargo, es más compleja y a la vez más fascinante, como demuestran su ingente correspondencia y estos Diarios que ahora damos al lector en la edición modélica del escritor Lorenzo Luengo. En ellos comparece un Byron más íntimo y cercano, que se vuelca por igual en el apunte costumbrista, las notas de viaje, el retrato del natural, la reflexión de índole moral o la introspección biográfica, capaz en ocasiones de un enorme candor. Por la vivacidad de su estilo, su penetración psicológica y su cautivadora franqueza, estas páginas son lo más parecido que tenemos a un autorretrato del poeta. En la lucidez irónica, en el infalible sentido de la comedia mundana, en la capacidad de sátira y a la vez de humana simpatía encontró Byron la inmortalidad.