Nunca sabremos de qué hablaban Melville y Hawthorne cuando quedaban a fumar y beber brandy hasta bien entrada la noche, pero se conservan estas cartas escritas entre enero 1851 y diciembre de 1852, en las que Melville comparte con su amigo ideas e inquietudes sobre la composición de Moby Dick, la verdad en la literatura, la providencia, el éxito, la fama
Moby Dick is the most dangerous whale in the oceans. Captain Ahab fought him and lost a leg. Now he hates Moby Dick. He wants to kill him. But can Captain Ahab and his men find the great white whale? A young sailor, Ishmael, tells the story of their exciting and dangerous trip.
El autor de Moby Dick nos ofrece, en este volumen, unos relatos sorprendentes e intensos, dotados de un profundo lirismo y un estilo preciso y contundente, en los que se desarrollan unas historias tan originales como inolvidables.
Muchos de los héroes melvilleanos temen y sufren «la deriva universal de la masa de la humanidad hacia el más completo de los olvidos» de la misma angustiosa manera que tratan de oponerse a ella. La propia deriva de Melville en su tiempo, incomprendido y escasamente valorado por el público y la sociedad literaria, no auguraba el reconocimiento que le reservaría la posteridad. Desplazados, retirados, víctimas de grandes mudanzas, sus personajes tratan de encontrar un sentido a la soledad que finalmente ha caído sobre sus vidas. En este volumen se recogen los Cuentos completos de Melville y el lector tendrá ocasión de descubrir en él no solo las claves de una literatura inspiradísima, extemporánea y visionaria, sino también la apreciable deuda que la posteridad ha contraído, y quizá no saldado, con su autor, sin duda uno de los mayores precursores de las corrientes literarias del siglo xx.
Redburn (1849), hasta hoy inédita en español, es la cuarta novela de Herman Melville en la que se aleja de los escenarios remotos y románticos de sus primeras obras. Redburn constituye además un ensayo de todo lo que vendría después: el reportaje puntilloso y humanista de Chaqueta Blanca, la atmósfera diabólica de Moby Dick, la elegía del «marinero bonito » de Billy Budd.
Bartleby, el escribiente es una de las narraciones más extrañas de la historia de la literatura, y su protagonista uno de los más excéntricos especímenes de la raza humana, cuyo lúcido e implacable nihilismo recuerda las teorías chinas acerca de la conducta ideal del emperador y del hombre santo. Desde el mismo momento de su nacimiento, el relato de Herman Melville ha espoleado la polémica y ha generado el intenso interés que garantiza la inmortalidad de una obra literaria: la fascinación. Bartleby, el escribiente es considerado hoy un precursor insólito de los mejores relatos de Kafka. En El campanario asistimos al trágico final de un personaje fáustico, y en su trama se percibe la influencia de su amigo Nathaniel Hawthorne. Los dos templos consta en realidad de dos textos: el primero fue censurado en su día para no herir la sensibilidad religiosa de los lectores; y el segundo, escrito en 1849 durante un viaje a Europa, describe Londres como una ciudad babilónica. En El hombre pararrayos brilla el talento irónico de Melville contra los abundantes predicadores que en aquella época vivían de propagar la salvación ante un fin del mundo inminente. El violinista, en fin, se ha interpretado como una elaboración simbólica de su destino como escritor.
Bartleby és copista en un despatx d'advocat. Un dia, requerit per l'amo a una simple tasca de comprovació, respon: "Preferiria no fer-ho." Aquest refús passiu es va estenent a tots els àmbits de la seva vida i acabarà duent a la catàstrofe. Bartleby és un personatge que s'avança al seu temps i que troba en els de Franz Kafka la seva realització plena. Per això Bartleby, l'escrivent, una de les millors i més modernes narracions de Melville, no va ser apreciada com mereixia fins al cap de cent anys de la seva publicació.
Herman Melville (1819-1891) no había cumplido aún los veinte años cuando su espíritu aventurero lo llevó a embarcarse rumbo a las islas del Pacífico Sur, viajes que inspiraron sus primeras obras: Taipi, un edén canibal (1846, El Club Diógenes, 143), Omoo (1847), Mardi (1849) y Redburn (1849). Tras el enorme esfuerzo de redacción de su obra maestra Moby Dick (1851), Melville inicia la escritura de una serie de relatos, entre los que se encuentran dos de los más aclamados: Bartleby, el escribiente (CD, 126) y Benito Cereno (CD, 266), que reuniría en 1856 bajo el título de The Piazza Tales. Las Encantadas forma parte de esta colección. Redactada en una serie de diez scketchs, Las Encantadas (1854) va más allá de una mera descripción geográfica de las Islas Galápagos, de su rica fauna y de su extraordinaria historia, para transformarse ante los ojos del lector en un paisaje literario, poético e incluso mítico. El primer sketch contiene una descripción de las islas; en el segundo el narrador anónimo reflexiona sobre su encuentro con unas centenarias tortugas galápagos; el quinto nos relata el descubrimiento de un buque fantasma por parte del USS Essex, durante la guerra de 1812. Los últimos sketchs describen las distintas islas del archipiélago y su historia: refugio de bucaneros, hogar de personajes solitarios... La presente edición incluye el Diario de viaje por Europa y Oriente, publicado póstumamente, donde Melville nos cuenta las vivencias del viaje que emprendió en 1856 por Italia, Grecia, Turquía y Tierra Santa. .
Herman Melville, uno de los autores más venerados de la literatura americana y universal, no tuvo en vida el reconocimiento que mereció. Entre las variadas actividades que ejerció además de marinero, fue profesor, granjero, e inspector de aduanas en Nueva York se encuentra la de conferenciante, faceta poco conocida en su historial literario, y que nos dejó los tres deliciosos textos que reúne este volumen, cuyo hilo conductor es el viaje: Viajar, Los Mares del Sur y Estatuas de Roma,. Viajar, el primero de ellos, es una pequeña e inestimable introducción al viaje, que nos habla de sus grandezas y servidumbres, de la filosofía con que debe acometerse. En Los Mares del Sur, el viajero impenitente que recorrió el Pacífico y profundizó en él como pocos, hace un canto a esa inmensa extensión de aguas apenas poblada y tan llena de historia; rinde tributo a los pioneros españoles que lo descubrieron y colonizaron, y nos habla de su propia historia como navegante, experiencia que dio lugar a obras inolvidables. Melville, gran amante de Italia, reflejó en Estatuas de Roma, una faceta menos conocida pero no poco importante en su obra: su admiración por la civilización de Roma, por su cultura y su arte, al que homenajea aquí magistralmente con un personal recorrido por las estatuas de la ciudad eterna y las villas que la rodean.
Pocos personajes tan insólitos en la historia de la literatura como " Bartleby el escribiente " y también pocos relatos más sugerentes que aquel al que da nombre. Marcada por una lógica propia cuyas consecuencias lleva con obstinación hasta el final y que se encarna en una suerte de resistencia pasiva, la singularidad del protagonista es, por otra parte, irreductible. Escritos todos ellos -«Bartleby» incluido - tras el estrepitoso fiasco comercial que supuso la publicación en 1851 de " Moby Dick " , el resto de relatos de Herman Melville (1819-1891) que completan el volumen tienen en común, aparte de su intrínseca belleza y singularidad, ese aire de serena y dichosa resignación de quien discierne entre las derivas externas y la firmeza interior. Se trata de «El fracaso feliz», «La veranda» -preciosa parábola acerca de la fantasía con que investimos las apariencias- y dos relatos tardíos acerca de marinos que finalizan sus días varados en tierra: «John Marr» y «Daniel Orme». Traducción de Arturo Agüero Herranz
Escrita a lo largo de sus tres últimos años de vida, Herman Melville (1819-1891) rindió en " Billy Budd, marinero " no sólo su última obra en prosa, sino una de las más destacadas de su producción literaria. Situada una vez más en el mar y en la atmósfera de la dura vida marinera que el autor experimentó en su juventud, la novela, editada póstumamente en 1924, cuenta la historia de un muchacho ingenuo y lleno de buenos propósitos que, enrolado en un buque de guerra, se enfrenta con el clima opresivo de una tripulación hostil. La aventura, la acción guerrera, el rigor y la crueldad de la vida a bordo desembocan en una situación extrema y en un desenlace que acaso pueda verse como alegoría del carácter cerrado, enigmático e inhumano que el mundo tuvo para del autor de " Moby Dick " , de " Benito Cereno " y de " Bartleby, el escribiente " .