El presente libro recoge el intercambio epistolar, en su inmensa parte inédito, entre Camilo José Cela y trece escritores españoles que abandonaron el país como consecuencia de la guerra civil. En casi mil cartas, las palabras de Cela se cruzan, a través de fronteras y océanos, disensiones y complicidades, con las de María Zambrano, Rafael Alberti, Américo Castro, Jorge Guillén, Emilio Prados, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, León Felipe, Corpus Barga, Ramón J. Sender, Fernando Arrabal y Francisco Ayala, voces todas indispensables de la cultura española del siglo xx.Un documento excepcional sobre la actividad intelectual de Cela y sobre sus vínculos con la «otra mitad» de nuestra cultura, desgarrada por la trágica experiencia de la guerra civil.«Ahí van los dos poemas para el homenaje... Son los primeros poemas que por propia voluntad publico en España después de veinte años.» Rafael Alberti (carta sin fechar)«En cuanto a sus Papeles de Son Armadans, es una revista que, desde luego, sigo siempre con el mayor interés.» Francisco Ayala (carta del 28 de julio de 1961)«Querido Camilo José: es usted un hombre con toda la barba, aunque se la haya cortado...» Jorge Guillén (carta del 16 de junio de 1963)
Los humanos nos consideramos excepcionales: creemos ser los únicos entre todos los seres vivos que estamos regidos por la sabiduría y la razón. Hay motivos para creer que es así. Nuestra tendencia a crear obras de arte, nuestros códigos morales muy complejos y nuestro lenguaje plagado de metáforas nos distinguen de cualquier otro primate. Pero, desde la perspectiva de la evolución, ¿por qué razón surgieron tales capacidades y cuándo lo hicieron? Si lo que nosotros somos capaces de hacer ahora se define como " lo humano " , ¿eran humanos los neandertales? ¿Y los australopitecos? ¿Lo serían tal vez los chimpancés? En este libro se narra en el lenguaje más sencillo posible, pero riguroso, lo que se conoce desde el punto de vista científico sobre una especie que cuenta con poetas, héroes y genios, y también con maleantes, asesinos y vándalos. Sabemos que somos eso y muchas otras cosas pero ¿cómo comenzó esa saga con tantos y tan contradictorios personajes?
Las compañías convenientes y otros fingimientos y cegueras es una reunión de crónicas, comentarios o glosas de tanta hondura en su significado como brevedad en la exposición. Cela nos presenta unas páginas que oscilan entre la caricatura, la parodia y la inmisericorde disección, que convierten lo bufo en trágico y lo dramático en cómico. Así, mientras provoca la sonrisa del lector con lances pintorescos ?la historia de Fernando López manco, avisacoches y domador de pájaros? o con llamadas al humor ?las tareas creadoras de Casiano Expósito, que escribió un soneto con estrambote y coda: «Esperancita, qué apuradamente / salí trotando al ver como el demente / de tu esposo legal, hacia mi mente / dirigió su paraguas inclemente»? nos incomoda con su reflejo de las injusticias sociales, de los desamores, de las miserias. Y es que, entre bromas y veras, sin voluntad redentora, pero con sibilina pedagogía, Cela se nos muestra siempre como un observador insobornable.
En esta novela se narra la vida de un grupo de hombres y mujeres en un sanatorio para tuberculosos. Unos y otros, echados en sus chaise-longues, languidecen atentos a cuanto pasa a su alrededor. Una misma corriente los une a todos, una misma preocupación los esclaviza. Las relaciones y los afectos, pero también la susceptibilidades y las obsesiones se consolidan más y más a medida que la enfermedad avanza y la novela transcurre. A medida que se acercan a sus últimos instantes, todos ellos se hacen más simples, más naturales, más sencillos, en una palabra, más humanos. Las páginas tiernas y desgarradas de Pabellón de reposo conforman una novela redonda, perfecta, clásica.
Una curiosa novela picaresca contemporánea, basada en Lazarillo de Tormes. Publicada en 1944, la tercera novela de Camilo José Cela se sirve del molde del Lazarillo de Tormes para postular, en el desolado panorama de la literatura española de la inmediata posguerra, la imperturbable continuidad de sus cauces más genuinos, más propios y representativos. El mismo Cela decía que Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes es un libro que señala una época de crisis, en la que se sintió impelido a probar sus artes en «el bosquecillo umbrío de los clásicos» y ensayar, sirviéndose de su «viejo y buen amigo» Lázaro, «un castellano de raíz popular». Críticas:«Cela ha vuelto a poner en marcha sobre los caminos de la Península al viejo héroe literario, con espíritu muy logrado e indudables aciertos en su reactualización.»Alonso Zamora Vicente «En Primer viaje andaluz asoma el mejor Cela.»El Mundo «Cela representa la escritura total, la escritura en acto, la escritura insomne, indeclinable y pugnaz.»Juan Manuel de Prada «Cela es a un tiempo tierno y cruel, lírico y bronco, áspero como una alimaña hambrienta y suave como un pájaro aterido. Es un heredero de la tragedia clásica, capaz de sumergirnos en las simas de la angustia y del dolor; y también un heredero de la picaresca española.»Juan Manuel de Prada «Uno de los escritores más radicales de todo el siglo XX. [...] Los relojes corren a favor de Camilo José Cela, segundo a segundo, minuto a minuto, hasta marcar la hora exacta de su eterna maestría.»Alberto Olmos «El último gran escritor español, creador de fábulas, de lenguaje, de palabras, con una capacidad prodigiosa para expresarse.»Francisco Umbral «Su obra trascenderá las anécdotas y hará que se escuche su voz imprescindible.»Víctor García de la Concha «Su escritura es un deslumbrante artificio multiplicado en páginas, para decirlo con un verso suyo, que alumbraron tan fuerte como si ardieran versos.»El País «Cela buscó la notoriedad, pero también se exigió a sí mismo una prosa con la sencillez de Baroja y el fulgor de Valle-Inclán.»El País «Su escritura es fruto de una personalidad arrolladora forjada en una España dividida, asustada y rota por una guerra civil y un porvenir en el que la pobreza y la picaresca también eran la sustancia de un ingenio que pasó a sus libros, en los que la capacidad de observación y un lenguaje implacable le dieron la vuelta a la narrativa española.»El País
Mrs. Caldwell habla con su hijo Cela utiliza como soporte para un interesante experimento literario el recurso del manuscrito hallado. Según nos advierte al iniciarse la novela, Mrs. Caldwell murió en el Real Hospital de Lunáticos de Londres. Dejó dispuesto que sus escritos fueran entregados a camilo José Cela, a quien conociera como joven vagabundo en Pastrana, en su viaje a la Alcarria. El escritor, a la vista del manuscrito y recordando el afecto que sintió por la vieja y extravagante dama inglesa, decidió publicarlos. El libro contiene las cartas que Mrs. Caldwell escribió a su hijo Eliacim, muerto en plena juventud en las aguas del mar Egeo. A través de las cuartillas se nos va desvelando la psicología compleja y atormentada de la mujer, que ha convertido a su hijo difunto en mudo interlocutor de su seductora y alucinante melodía narrativa.
En Cela, piel adentro, el hijo del Premio Nobel logra realizar el retrato más literario y personalde Camilo José Cela, sin duda una de las figuras cruciales de la literatura española que dio el siglo XX. En el que es el mejor homenaje y relato de quien soñaba desde su juventud con el premio Nobel de Literatura, Cela Conde hace un repaso por la vida de su padre, el hombre que fue para él, sobre todo, un vagabundo genial.La síntesis o, mejor dicho, el contraste entre el libro anterior, Cela mi padre, y las cartas que se cruzaron Camilo José Cela y su mujer Rosario Conde, nos lleva a descubrir una fi gura insólita y sorprendente del reconocido escritor, del todo apartada de la imagen pública que se difundió en especial tras obtener Cela el Premio Nobel.Este libro viene a hacer más entrañable y cercano al autor de La colmena y La familia de Pascual Duarte. Nadie mejor que su único hijo para relatarnos cómo era en la intimidad, cómo actuaba, se divertía o pensaba. Con un gran sentido del humor, tan sano como crítico, nos cuenta la trepidante vida de la familia en Madrid, los veraneos en Cebreros, las constantes mudanzas en Mallorca, episodios y anécdotas sorprendentes. Un viaje, en suma, a la verdadera forma de ser del magnífico escritor.