Los escritores más relevantes del Siglo de Oro -Cervantes, Góngora, quevedo, Gracián y Calderón, entre otros- muestran el camino hacia la construcción del orden universal en los orígenes mismos de la modernidad, al tiempo que recuerdan el antiguo relato bíblico. El mito de la Torre de Babel reaparece así en el deseo de construir un mundo nuevo, de transformar la naturaleza, de explicar el pasado y de ofrecer un horizonte utópico, entre la nostalgia de la unidad y la conciencia de la fragmentación de lenguas y de naciones, bajo el signo de Intérprete que orienta su propia historia. La literatura española del Siglo de Oro desvela desde muy pronto cómo se constituye la modernidad.
La literatura cubana del exilio, en un principio rechazada por la crítica y por los ambientes universitarios, más por razones políticas que intelectuales o académicas, ha acabado por ocupar el lugar que le corresponde. A través de la obra y del itinerario vital de tres escritores exiliados ?Guillermo Cabrera Infante, Severo Sarduy y Reinaldo Arenas-, se afirma la especificidad de esta literatura, su relación con lo que se escribía en la isla, así como sus diferencias respecto a las otras expresiones literarias de la diáspora latinoamericana.
En Los escritores salvajes, Fabienne Bradu hace una propuesta muy arriesgada, el desafío de quien sabe que la crítica es un juego en que se mezclan valor y lucidez: postular a los escritores que marcarán el rumbo de las letras hispanoamericanas del siglo XXI.