Chejov y Gorki: Anton Chejov (1860-1904) es sin duda una de las figuras literarias más influyentes de la posmodernidad. Su sensibilidad artística ha dejado tras de sí una producción teatral que ha marcado la escena del siglo XX, así como un legado de narraciones que se engrandece con el tiempo. Por su parte, Maxim Gorki (1868-1936) es uno de esos claros ejemplos de implicación entre arte y realidad; un hombre de acción que curtió su experiencia a base de oficios diversos, largos viajes y penurias de toda índole, bagaje que se reflejaría a la perfección en sus personajes y ambientes literarios, fiel correlato de una época convulsa. Como señala Rubén Pujante Corbalán en el postfacio, cuando Gorki y Chejov inician su correspondencia, en 1898, Chejov es ya un reconocido escritor y Gorki comienza sólo a afianzar su producción literaria. Se entabla así una relación semejante a la de un maestro con su discípulo, una suerte de diálogo de aprendizaje que sus cartas reflejan a la perfección. Editorial Funambulista publica ahora por primera vez en español la correspondencia entre ambos escritores, una recopilación que es el testimonio de una amistad que aumenta y se fortalece con el devenir de sus protagonistas, una referencia ineludible sobre sus autores, sus obras y su tiempo.
"Pienso, por ejemplo, en el tema de la mayoría de los admirables relatos de Antón Chéjov. ¿Qué hay allí que no sea tristemente cotidiano, mediocre, muchas veces conformista o inútilmente rebelde? [...]. Y, sin embargo, los cuentos de Katherine Mansfield, de Chéjov, son significativos, algo estalla en ellos mientras los leemos y nos proponen una especie de ruptura de lo cotidiano que va mucho más allá de la anécdota reseñada". Julio Cortázar La presente antología reúne, en orden cronológico, cuentos de diferentes períodos de Antón Chéjov (1860-1904). "Vérochka" -historia de una muchacha soñadora- "lónich", "Dúshechka" y "El obispo" son narraciones serias y de tono crepuscular. "Tifus" es un estudio clínico, donde el autor pone en juego sus conocimientos médicos. "Sirena" es costumbrista. Traducción e introducción de Alejandro Ariel González.
Pocos escritores han sabido observar mejor y conocer la naturaleza y la experiencia humanas que Antón Chéjov. El presente volumen, que incluye, entre otros, relatos tan conocidos e imborrables como «La señora del perrito», «El beso», «El profesor de lengua» o «Del amor», reúne una selección sumamente significativa y afinada de los cuentos de este maestro del género, en los que reconocemos rápidamente nuestras debilidades, nuestras reacciones, nuestras vacilaciones, los recónditos sentimientos, deseos y desilusiones que todos hemos podido experimentar o imaginar. Y es que leer a Chéjov es siempre como regresar a casa.
Un editor recibe un día la sorprendente visita de un ex juez de instrucción que le ofrece un relato, escrito por él mismo, sobre un luctuoso hecho real. En él cuenta la historia de una joven y bellísima mujer, Olga, que ha sido encontrada agonizando en un bosque cercano a la propiedad del conde Karneev. El juez que instruye el caso, amigo del conde, incrimina al marido de la mujer, Urbanin, abandonado por ella y afligido por los celos. El editor, a medida que avanza en la lectura del relato, detectará contradicciones y lagunas en el desarrollo de la investigación y, convertido en justiciero, llegará a la conclusión de que se ha cometido un terrible error al condenar a un inocente. Cuando Chéjov escribió este relato, publicado en folletines entre 1884 y 1885, sólo tenía veinticuatro años. Pero ya en él dibujó con precisión magistral su particular modo de ver la heterogénea sociedad rusa, con su desfile de pobre gente resignada, de aristócratas abúlicos y alcohólicos y de burgueses desesperanzados. Una mirada escrutadora y a la vez compasiva. Este drama chejoviano hace de su autor el precursor del género policial psicológico.
Chéjov refleja en su obra las contradicciones de la vida social de su país en las postrimerías del siglo XIX y vísperas de la revolución democrática burguesa de 1905 a 1907. Describe irónica y despiadadamente la degradación paulatina, tanto económica como cultural, de la nobleza latifundista, centrando su atención en la suerte de su propio estamento social. Chéjov introdujo un cambio radical en las formas de la dramaturgia, dando a la acción dramática una estructura nueva capaz de abarcar cualquier manifestación de la vida. Con una simple sucesión de cuadros cotidianos logra impresiones generales, a veces de una gran intensidad.
Dos jóvenes amantes ven su amor truncado por las vicisitudes de una noche de fuerte tormenta. Una caravana de coches de caballos no encuentra las marcas del camino en medio de una tormenta; en uno de los coches, va un viajero entumecido que relata, entre el sueño y la vigilia, los padecimientos de las inclemencias del tiempo. La víspera de Navidad, una tormenta obliga a un hombre y a una mujer a pasar la noche conversando frente a la estufa de una posada.Este volumen reúne tres relatos de los grandes maestros de la literatura rusa: Pushkin, Tólstoi y Chéjov. Todos ellos relatan la experiencia de una tormenta de nieve, tres tormentas que son son una y la misma, puesto que guardan un eco común en el alma de los respectivos protagonistas. La tormenta es una metáfora espléndida para asomarse a la intimidad rusa: la tormenta es la tormenta del alma rusa.
«Había corrido la especie de que en el malecón había aparecido un personaje nuevo: una dama con un perrito.» Así comienza este relato, uno de los más conocidos e importantes de la literatura universal. Esta historia no cuenta ningún acontecimiento extraordinario; los protagonistas llevan una vida corriente, se podría decir que incluso aburrida. El relato es un pequeño ensayo sobre cómo surge el amor entre dos personas, Anna y Gúrov, y su pasión los transforma. El sexo está muy presente en toda la narración, aunque no se muestre explícitamente. El final queda abierto, pues es algo propio de Chéjov, y como señala Nabokov «mientras las personas sigan vivas no hay conclusión posible y definida de sus conflictos, sus esperanzas o sus sueños».
Comparable a otras cumbres narrativas salidas de la mano de Antón Chéjov (1860-1904), como «La señora del perrito», " El pabellón n.º 6 " es no sólo el prodigioso relato que describe la amistad que van anudando un joven paranoico recluido en un manicomio y el director del establecimiento, quien termina siendo acusado de demente e internado en la misma sala que su paciente, sino también una fábula acerca de la situación de frustración e impotencia de los intelectuales rusos a finales del siglo xix. Completa el volumen una magistral trilogía de relatos del autor ruso acerca del amor, integrada por «El hombre enfundado», «La grosella» y «Del amor», además de un extenso prólogo de Maxim Gorki. Traducción de Ricardo San Vicente
Cada uno de estos relatos pone una estampa ante nuestros ojos, rápida y ligera, llevándonos a la sonrisa sin ningún comentario; después, ya terminada la lectura, es cuando el humor se convierte en sutil horror al comprender toda la situación, y, lo que es más grave, al reconocer nuestra mayor o menor semejanza con los personajes vivos. Alguna vez incluso hay toda una tragedia de la naturaleza humana puesta en sordina bajo aspecto de ridícula incomprensión.
Un juez que en su juventud estuvo destinado en una remota provincia rusa entrega a un editor una novela sobre un crimen pasional, narrada en primera persona. En el libro se descubre la identidad del asesino, pero al editor no le encajan las piezas. Poco a poco, mediante el análisis del texto, va averiguando por él mismo que el crimen sigue impune, que la persona que acabó siendo condenada es inocente y que los hechos no ocurrieron tal y como los cuenta el autor del relato. Llevada al cine en 1944 por Douglas Sirk, con George Sanders y Linda Darnell como protagonistas, Una extraña confesión es la primera novela larga publicada por Antón Chéjov y la única policíaca que escribió el gran autor ruso. Un paseo por el amor y la muerte, ambientado en la Rusia rural, que mantiene la intriga hasta la última página
Relato que, al igual que " El pabellón n.º 6 " , cuestiona las rígidas tesis que mantenía el patriarca Tolstói acerca de la misión ética y moral de la literatura, " Mi vida (Relato de un hombre de provincias) " es otra de esas magistrales narraciones aparentemente intrascendentes de Antón Chéjov a través de las cuales se descubren, como iluminadas de súbito por un relámpago, facetas y aristas insospechadas de la existencia y de la naturaleza humanas. " A menudo me echan en cara -apuntó Chéjov en una ocasión- que escribo sobre fruslerías, que no tengo héroes positivos, revolucionarios (...). He escrito mis obras para decir a la gente sólo una cosa: 'Miraos bien y fijaos en la vida inútil y triste que lleváis'. Lo más importante es que la gente se dé cuenta de esto. Y cuando lo entiendan seguro que construirán otra vida, una vida mejor. " Traducción y prólogo de Ricardo San Vicente