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EL ARTE DE LA PRUDENCIA . UN MANUAL QUE NOS AYUDARÁ A ENFRENTARNOS CON ÉXITO A UN MUNDO COMPETITIVO Y HOSTIL. (GRACIÁN, BALTASAR)
El arte de la prudencia resume en trescientos aforismos la sabiduría práctica necesaria para sobrevivir en una sociedad competitiva y hostil. El pensamiento de Baltasar Gracián (1601-1658), que influyó en La Rochefoucauld, Schopenhauer y Nietzsche, y que hoy goza de plena vigencia, ha encontrado una excepcional acogida entre los lectores contemporáneos, como demuestra el éxito de sus numerosas ediciones en diversos países.

ORÁCULO MANUAL Y ARTE DE PRUDENCIA (GRACIAN,BALTASAR)
Al presentar esta obra al lector, su autor dijo que con ella ofrecía «de un rasgo, todos los doce Gracianes». Quiere esto decir que Gracián condesó en los 300 aforismos comentados de su Oráculo manual y arte de prudencia lo esencial de un pensamiento expresado en las miles de páginas que suman sus tratados didáctico morales, la «summa» de todo su pensamiento anterior. Ya el título es una buena muestra de su singular estilo conceptista, pues expresa una antítesis llena de significado: mientras que el sustantivo «oráculo» remite a algo oculto —en rigor es el «secreto emanado de la divinidad»—, el adjetivo «manual» denota lo contrario: una guía «para un uso práctico y portátil», o dicho de otra manera: el saber más profundo expuesto para todos los públicos. Gracián logró con creces su propósito de escribir un precioso manual de normas —la palabra «arte» significa «reglas y preceptos para hacer rectamente las cosas»— de uso práctico para orientar la conducta del ser humano en una sociedad compleja y en crisis.

ORÁCULO MANUAL Y ARTE DE PRUDENCIA (GRACIÁN, BALTASAR)
Esta obra es absolutamente original en el panorama literario de la primera mitad del siglo XVII. Son normas de comportamiento que permiten el triunfo moral en la vida cotidiana. Y todo ello desde una forma nueva: el aforismo.

ARTE DE INGENIO, TRATADO DE LA AGUDEZA (GRACIÁN, BALTASAR)
" Arte de ingenio, Tratado de la Agudeza " es la obra más importante que hay sobre el conceptismo (estilo literario que utiliza conceptos, agudezas, paradojas y ambigüedad al mismo tiempo que cultiva la creación de imágenes complicadas y metáforas) y es uno de los textos capitales de la crítica literaria barroca. Gracián utilizó para ejemplificar su tratado muestras de la poesía de conceptistas como Quevedo y Jáuregui, pero también de culteranistas como Góngora.

ARTE DE PRUDENCIA Y OTROS INGENIOS (GRACIÁN, BALTASAR)
En forma de aforismos, Baltasar Gracián ofrece una serie de avisos de validez general aplicables a la experiencia diaria que quieren ayudar a forjar un tipo de hombre capaz de navegar sin problemas, incluso con elegancia y una suerte de aristocracia interior, entre los peligros de la vida en sociedad, de la vida urbana. Est a antología de los aforismos de Gracián va acompañada de una selección de dichos y refranes que, como los primeros, nos dan amplia materia de reflexión

AGUDEZA Y ARTE DE INGENIO . OBRA COMPLETA (GRACIÁN, BALTASAR)
Agudeza y arte de ingenio es la obra más metódica de Gracián. En ella se propone reducir a reglas la actividad del ingenio, creando un nuevo arte que recibe el nombre de agudeza. Además del aspecto teórico, la obra encierra la clave para interpretar el resto de la producción graciana. En torno a los conceptos de agudeza y de ingenio, Gracián construye una antropología, una estética y una moral. La presente edición, profusamente anotada, ofrece por primera vez la traducción de todas las citas en latín, italiano y portugués e identifica su procedencia. Completan el volumen un extenso estudio preliminar y un completo índice alfabético.

EL POLÍTICO DON FERNANDO EL CATÓLICO (GRACIÁN, BALTASAR)
El Político (1640) es una obra de Baltasar Gracián, ya maduro, en la que se elogia a Fernando el Católico, considerándolo ?el máximo de los reyes? y modelo especular de gobernantes. Con un estilo de discurso encomiástico, aunque superando la retórica del panegírico, propia de los espejos de príncipes, Gracián pretende ?no hacer tanto cuerpo de su historia, como alma de su política?. De ahí que la factura final de la obra se acerque a los tratados de moral práctica. Este libro ha pasado a la posteridad como ?oráculo mayor de la razón de estado?, según su propia definición del rey aragonés, y mantiene su actualidad como manual que redefine el ?arte de reinar? y las mayores virtudes del príncipe, oponiendo a la astucia maquiavélica el ?gobernar a la ocasión? y el ejercicio de la prudencia. El lector hodierno comprobará una vez más que sus ?oráculos? siguen sin perder un ápice de modernidad ni de su poderosa adecuación a cualquier lugar y tiempo.

OBRAS COMPLETAS (GRACIÁN, BALTASAR)
La conocida novela de Somerset Maugham se abría con un proverbio de Upanishad Kathara: «Arduo hallarás andar por el agudo filo de la navaja; / y penoso es, dicen los sabios, el camino de la salvación». Arduo es, podríamos decir sin ser sabios, el camino de la literatura, cuando se discurre siempre por el agudo filo de la navaja. Como Quevedo, Gracián intentó exprimir todo el jugo al idioma, aunque no necesariamente en la misma dirección. Barría fárrago y hojarasca en beneficio de la bre­vedad; extraía la quinta y hasta la sexta esencia de las pala­bras acudiendo a la etimología, a la recreación, al arte de la agudeza, apoyado con frecuencia en juegos de palabras, dobleces de sentido, retruécanos y equívocos. Pero desde Erasmo, aun pasado por Pérez de Chinchón, sabíamos que «no hay, en verdad, entre los hombres cosa más empecible que la lengua, ni cosa más saludable usando de ella como conviene». Y Gracián, que se perdía por una agudeza bien colocada, se movió continuamente en el filo de la navaja. Tengo para mí que buena parte de la disparatada predicación que atacó sin piedad el P. Isla en su " Fray Gerundio " hunde sus raíces en esta orfebrería de la lengua, que es preciso manejar con sumo cuidado para no cortarse. Y así, cuando Gracián alaba aquellos versos de Girón, «agudísimo poeta valenciano», al llegar a la negación de san Pedro: «¿No había de cantar el gallo / viendo tan grande gallina?», ganas nos dan de pensar, como don Quijote de Sancho, que «todas o las más veces que quería hablar de oposición y a lo cortesano, acababa su razón con despeñarse del monte de su simplicidad al profundo de su ignorancia». Gracián, desde luego, siempre se libró y supo mantenerse en el difícil equilibrio de los agudos filos de su lengua. Pero, como de nuestros imitadores son nuestros defectos, los ignorantes predicadores que intentaron emular sus agudezas cayeron indefectiblemente «de la alta cumbre de su locura hasta el profundo abismo de su simplicidad».

EL CRITICÓN . INTRODUCCIÓN DE EMILIO HIDALGO-SERNA. EDICIÓN DE ELENA CANTARINO (GRACIÁN, BALTASAR)
Baltasar Gracián (1601-1658), brillante orador y agudo y satírico moralista, es una de las figuras de mayor relieve de la literatura española. Esta obra consta de tres partes -publicadas en 1651, 1653 y 1657- que tratan del hombre y los medios para llegar a ser persona; de la propia vida de Gracián y su pensamiento; de su preceptiva estética y moral y de la circunstancia española de la época. Emilio Hidalgo-Serna y Elena Cantarino, estudiosos del pensamiento de los siglos XVI y XVII y especialistas en la obra de Gracián, ofrecen el texto de la edición príncipe de "El Criticón," ilustrado con abundantes notas de carácter léxico y datos relativos al contexto cultural e histórico, que facilitan su lectura.

EL ARTE DE LA PRUDENCIA . EDICIÓN DE EMILIO BLANCO (GRACIÁN, BALTASAR)
Bajo la forma de aforismos, Baltasar Gracián dio forma a una de las obras más importantes del Siglo de Oro, que aún hoy, cuatro siglos más tarde, sigue estando vigente en su objetivo último de regir el buen gobierno de las personas. Gracián prescinde de la argumentación a base de ejemplos que había dominado en la retórica medieval y esconde su propuesta con frases basadas en la realidad de los hechos y la utilidad de las acciones. Un clásico más que moderno. Baltasar Gracián fue jesuita, pensador y escritor barroco, doctísimo autor y maestro del estilo conceptista. Su ingenio crítico y afán moralista están presentes en toda su obra.

EL DISCRETO Y ORÁCULO MANUAL Y ARTE DE PRUDENCIA (GRACIÁN, BALTASAR)
Los mejores libros jamás escritos. «Más vale el buen ocio que el negocio. No tenemos cosa nuestra sino el tiempo.» Gracián es, junto a Lope de Vega, una de las últimas figuras del barroco literario del Siglo de Oro. Jesuita y adepto a la filosofía estoica, Gracián compuso estas dos obras -El discreto, una guía sobre la elocuencia, la elegancia, la delicadeza y la seducción; y el Oráculo manual, una recopilación de aforismos sobre de la dignidad del hombre- propugnando el justo medio, el equilibrio entre el exterior y el interior del hombre en aras de la felicidad, y escudándose en un aparente pesimismo, criticó con gran atino y perspicacia a la sociedad de su tiempo. El catedrático de la Universidad Complutense de Madrid José Ignacio Díez Fernández ha cuidado la edición de este clásico imperecedero del pensamiento europeo. De este modo, precede a los dos textos un estudio introductorio y cierran el volumen un conjunto de actividades sobre la lectura.

EL CRITICÓN: SABIDURÍA PRÁCTICA . EDICIÓN DE EMILIO BLANCO (GRACIÁN, BALTASAR)
Expresa el desengaño del mundo mientras intenta dar una lección moral. El Criticón viaja a través de las edades del hombre mediante el diálogo entre un personaje maduro, Critilo (encarna el juicio y la reflexión) y otro joven, Andrenio (criado por una fiera, hombre natural y sin contacto social). Entre los grandes admiradores de Gracián se encuentran Goethe, Kant, Schopenhauer, Nietzsche o Azorín. Schopenhauer dijo de Gracián que nos había dado «uno de los mejores libros del mundo». Según Nietzsche, «Europa no ha producido nada tan fino ni profundo en materia de sutileza moral».

AGUDEZA Y ARTE DE INGENIO, I (GRACIÁN, BALTASAR)
Arte de Ingenio intenta estructurar el fenómeno poético con mayor y más sensible precisión, darle una nomenclatura original, destacar sus cualidades, en especial por lo que se refiere a la sutileza del decir o a la concentrada profundidad del pensamiento.A Gracián le preocupan esencialmente dos formas particulares de la expresión: la agudeza y el concepto.Se declara conceptista, entendiendo por concepto el pensamiento artificiosa e ingeniosamente expresado; pero se esfuerza por mostrar sus gustos eclécticos.Es una obra de entusiamo juvenil en la que Gracián trata de mostrar todos sus saberes poéticos y retóricos, sus humanidades y sus numerosas lecturas. Alienta en el breve tratado un afán de novedad, una total ruptura contra las presceptivas clásicas, a las que trata de superar en el estudio y denominación de los fenómenos estilísticos, empleados por los escritores clásicos o de su tiempo, que sobresalieron por la agudeza de expresión o por la profundidad y novedad de sus conceptos.(De la introducción de Evaristo Correa Calderón)