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Resultados de la búsqueda para: Alejandro Dumas
Había llegado Rafael al grado más alto de la gloria a que puede llegar un artista; diariamente recibía cartas de algún príncipe de Italia o de algún rey de Europa, quien le pedía suplicante algunos rasgos de su lápiz, algunos toques de pincel. Tenía cien artistas viajando por su cuenta por Italia o Grecia para obtener algunos fragmentos de antigüedades; cuando salía, según ya hemos dicho, lo hacía rodeado por una corte de discípulos y admiradores, y al verle pasar decían las mujeres: ¡Qué guapo es! Y los hombres: ¡Qué grande! El cardenal de Santa Bibiana, contento y orgulloso de aliarse con él, le ofreció la mano de su sobrina, María Bibiana, una de las más bellas muchachas de Roma. El Papa León X, no sabiendo ya cómo recompensarle, le ofreció el primer capelo de cardenal que quedara vacante. El prolífico escritor que fue Alejandro Dumas cultivó también el género biográfico. Lo que Dumas pretende con estas biografías noveladas es acercarnos a sus protagonistas, y sumergirnos en su época, en sus pasiones, en sus motivaciones, en las circunstancias que dieron lugar a unas vidas dedicadas en cuerpo y alma a la creación con resultados de una brillantez muy pocas veces alcanzada. La elección de los tres personajes, Miguel Ángel, Tiziano y Rafael, el hecho de que fueran contemporáneos, aumenta nuestro asombro ante el caudal creador incomparable que fue el Renacimiento italiano. Dumas nos acerca a estos genios, los humaniza ante nosotros, les da vida, nos ayuda a entenderlos y nos empuja a querer conocer mejor su obra. El resultado es un libro de una amenidad absoluta.
Desde un pequeño territorio italiano, la historia de los Médicis y de su ciudad, Florencia, transcurre paralela a la de las casas reinantes europeas que dominaron la escena política en los siglos XV al XVIII. Con Juan de Médicis, nacido en 1360, se configura un linaje de personajes excepcionales, del que destacan Cosme, llamado el Padre de la patria, Lorenzo el Magnífico y el gran duque Cosme I. Al ambicioso camino -marcado por conjuras, como la célebre de los Pazzi, asesinatos y estratégicas alianzas- hacia la consecución y consolidación de su poder, se suma en los Médicis una faceta diferencial, que les confiere un valor único: su amor y dedicación a las artes, las letras y las ciencias, que se transmite, como si de una herencia genética se tratara, de generación en generación. Proteger y fomentar la cultura fue para ellos una misión primordial y a la vez placentera, que por una rara conjunción halló una genial respuesta en los hombres de talento de la época. Alrededor de los Médicis brillaron, entre otros muchos, Bramante, Brunelleschi, Donatello, Masaccio, Mantegna, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Maquiavelo, Pico della Mirandola, Cellini y Galileo. Nunca, en ningún otro país, se concentró en un reducido espacio y en un tiempo limitado tanta excelencia en el campo del saber. Alejandro Dumas (Alexandre Dumas) nació el 24 de julio de 1802 en Villers-Cotterets (Francia). Su padre era el general del ejército francés Thomas-Alexandre Dumas-Davy de la Pailleterie y su madre se llamaba Marie-Louise Labouret. Su abuelo era el marqués Antoine-Alexandre Davy de La Pailleterie, residente en Santo Domingo (República Dominicana), que había tenido a su padre con la esclava negra Louise-Césette Dumas. El 5 de diciembre de 1870 falleció arruinado en Puys. Tenia 68 años. Está enterrado en el Panteón de París. Sus novelas más populares, que mezclan el romanticismo, la historia y la aventura, son Los Tres Mosqueteros (1844), El Conde De Montecristo (1844), El Collar De La Reina (1849) y El Tulipán Negro (1850), títulos que le otorgaron fama universal. También es destacable, dentro de una prolífica producción, la Trilogía Valois, compuesta por las
Córdoba es un extracto del libro De París a Cádiz, que se inscribe dentro del interés que despierta nuestro país entre los literatos y artistas románticos, que ven España como un lugar exótico e insólito. Alejandro Dumas padre visitó España entre octubre y noviembre de 1846 (dos años después de la publicación de Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo) como cronista de las bodas reales entre Isabel II y su primo Francisco de Asís, y el duque de Montpensier y la infanta Luisa Fernanda, hermana de la reina Isabel II. Le acompañan su hijo, su secretario, el poeta Auguste Maquet, los pintores Adolphe Desbarolles y Eugène Giraud y Eau Benjoin, su criado etíope. Como resultado de este viaje surgieron tres libros: De París a Cádiz, escrito por Dumas, Dos artistas en España, firmado por Desbarolles y Giraud, y un tercero posterior sobre cocina española. Esta no es una novela de viajes al uso; allá donde no llega la realidad, Dumas da rienda suelta a su imaginación. Y esta es la que prevalece en el camino de Granada a Córdoba o en la descripción que hace de la antigua ciudad musulmana. Aún así, las descripciones del paisaje y de la inmensidad de la mezquita son de una gran belleza. Este es un libro desenfadado y alegre, lleno de pequeñas aventuras, donde cobra especial relevancia el aspecto humano y las gentes de Córdoba.
Garibaldi parece el héroe de una epopeya... Sin embargo, no nos hallamos ante un personaje de ficción: sus gestas fueron autenticas. Aunque se le conoce sobre todo como forjador de la unidad italiana, este general revolucionario, socialista y masón fue mucho más. Fue la mejor encarnación del espíritu libertario que se exten dió por Europa a mediados del siglo XIX, su lucha por la emancipación se llevó a cabo a ambos lados del Atlántico, por eso lo llamaron el “héroe de los dos mundo”. Rendido admirador de Garibaldi, a quien acompañó en algunas de sus campañas, Alejandro Dumas dio forma literaria a los apuntes que éste había escrito para sus amigos. El resultado es un relato de peripecias reales que está a la altura de las mejores invenciones del famoso novelista.