En 'Cuentos a Ninon', publicado en 1864 cuando Émile Zola tenía 24 años, el autor exhibe todos sus talentos y se sirve de todo tipo de registros narrativos: lo maravilloso, lo fantástico, la sátira, la épica, el realismo, la autobiografía; y explota todo tipo de matices: el humor, la ironía, el patetismo, la rabia. Este volumen de cuentos es un reflejo de toda su obra: resume diez años de producción literaria y anuncia temas, figuras y formas que el escritor desarrollará en sus grandes obras maestras. Entre cuentos de hadas y crónicas, bajo el signo de la fantasía y la seriedad, esta obra de juventud muestra la riqueza, la ambigüedad, el poder de la imaginación y la expresión de sus futuras novelas.
La pintura impresionista, trivializada a veces tras un siglo de éxito, fue en otro tiempo una revelación deslumbrante. Para recobrar aquel momento, aquella visión original, hay que acudir a las reacciones de la crítica de la época. os primeros defensores de Manet y Degas, Monet y Pisarro, se acercaron a sus obras desde un credo naturalista, pero apreciaron ya en ellas un giro subjetivo: el pintor impresionista no quería plasmar la naturaleza misma, sino una sensación personal ante la naturaleza. Mediada la década de 1870, se formaría en la crítica de arte un modelo oculista, que pretendía explicar la nueva pintura estudiando la fisiología del ojo impresionista. Un ojo primitivo, reducido a puras vibraciones de color; un ojo analítico, empeñado en descomponer los matices más sutiles de la luz; un ojo hipersensible, degenerado o bien adelantado a la evolución futura de la retina humana. Ese paradigma óptico dominaría hasta 1890, cuando los críticos simbolistas, al asumir la defensa de Van Gogh y Gauguin, definieron el arte como escritura de signos. En esta antología se reúnen los textos esenciales de la crítica del momento sobre el impresionismo, hasta ahora inéditos en castellano. Entre sus autores se encuentran algunos de los escritores más celebrados de la época, así como muchos otros. Los ensayos vienen acompañados por una amplia selección de las pinturas de Manet, Degas, Monet, Renoir, Pisarro, Cézanne, Seurat, Gauguin y Van Gogh, entre otros.
Dans la petite ville provençale de Plassans, au lendemain du coup d'État d'où va naître le Second Empire, deuxadolescents, Miette et Silvère, se mêlent aux insurgés. Leur histoire d'amour comme le soulèvement des républicains traversent le roman, mais au-delà d'eux, c'est aussi la naissance d'une famille qui se trouve évoquée : les Rougon en même temps que les Macquart dont la double lignée, légitime et bâtarde, descend de la grand-mère de Silvère, Tante Dide. Et entre Pierre Rougon et son demi-frère Antoine Macquart, la lutte rapidement va s'ouvrir. Premier roman de la longue série des Rougon-Macquart, La Fortune des Rougon que Zola fait paraître en 1871 est bien le roman des origines. Au moment où s'installe le régime impérial que l'écrivain pourfend, c'est ici que commence la patiente conquête du pouvoir et de l'argent, une lente ascension familiale qui doit faire oublier les commencements sordides, dans la misère et dans le crime. " Votre comédie est tragique ", écrit Hugo juste après avoir lu le livre : " Vous avez le dessin ferme, la couleur franche, le relief, la vérité, la vie. Continuez ces études profondes. "
Los escritos que Zola dedica a la defensa pública del pintor Édouard Manet se extienden desde 1866 hasta 1884, constituyéndose en una atalaya privilegiada para apreciar cómo la obra de Manet irá siendo aceptada por lo que hoy llamamos "el mundo del arte"; asimismo, con una muestra de las decisivas transformaciones que este mundo artístico conoce a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX.
La vida gris de Thérèse cambia por completo en el momento en que empieza su apasionada relación con Laurent, el mejor amigo de su marido, Camille. Thérèse y Laurent deciden asesinarle para amarse con libertad. Pero, a partir de ese momento, ambos viven atormentados, creen ver a Camille por todas partes, recordándoles el crimen que cometieron. La culpa, disfrazada de espectro, los perseguirá para siempre.
Asociado políticamente a la defensa de los derechos humanos en el célebre «asunto Dreyfus», el nombre de ÉMILE ZOLA (1840-1902) ha pasado a la historia de la literatura no sólo como fundador y teórico del naturalismo, sino también como vigoroso narrador del clima social y político de una época. En la extensísima serie denominada «Los Rougon-Macquart», en la que utilizó como laxo hilo conductor las vidas de los diferentes miembros de dos ramas dispares provenientes de un tronco común, alumbró un vasto fresco histórico y social de la Francia del Segundo Imperio, esto es, el período que transcurre entre la coronación de Luis Bonaparte como Napoleón III en 1852 y su destronamiento tras la guerra franco-prusiana de 1871. Situada en los revueltos tiempos que marcaron la efímera experiencia de la III República francesa, LA FORTUNA DE LOS ROUGON, primera de esta serie de novelas autónomas, establece el origen de esta frondosa saga y narra el ascenso social de la rama de los Rougon a favor de los vendavales políticos y la instauración del imperio.
El paraíso de los gatos es una fábula sobre la vida de los gatos, esos buenos amigos de los hombres. El filósofo francés Taine, amigo de Zola, dijo que habiendo estudiado detenidamente a los filósofos y a los gatos, encontraba mucho más sabios a los gatos. El cuento plantea una interesante discusión. ¿Debemos buscar en la vida la seguridad ante todo? ¿O hay otras cosas que quizás valgan más la pena, como la búsqueda de aventuras o de ideales? El simpático gato protagonista de esta historia nos cuenta con toda sinceridad su experiencia y sus razones, y también las de sus compañeros de aventuras, y con ello nos trasladan estas preguntas a los lectores.
En la biblioteca de la Escuela Moderna leo los títulos de los manuales rojos de la escuela: ciencia, historia, literatura. No hay ningún manual de arte. Y justo el último artículo del último boletín periódico de la Escuela, antes de su cierre por parte de las autoridades de la época, se titula: ¿Y el arte?». El contenido del artículo está lleno de referencias a otros textos que generan conjeturas fascinantes sobre el papel que el arte, y los artistas, pueden ejercer en la formación de una sociedad libre e igualitaria, lo cual es el objetivo final de la Escuela Moderna, fundada por Francisco Ferrer Guardia en 1901. Este libro es pues una propuesta de lo que hubiera podido ser el manual de arte de la Escuela Moderna y no se llegó a hacer nunca. (Priscila Fernandes)
Fils de Gervaise Macquart et de son amant Lantier, le jeune Étienne Lantier s'est fait renvoyer de son travail pour avoir donné une gifle à son employeur. Chômeur, il part, dans le Nord de la France, à la recherche dun nouvel emploi. Il se fait embaucher aux mines de Montsou et connaît des conditions de travail effroyables (pour écrire ce roman, Emile Zola s'est beaucoup documenté sur le travail dans les mines). Il fait la connaissance d'une famille de mineurs, les Maheu et tombe amoureux de la jeune Catherine. Mais celle-ci est la maîtresse d'un ouvrier brutal, Chaval, et bien qu'elle ne soit pas insensible à Étienne, elle a à son égard une attitude étrange. Lorsque la Compagnie des Mines, arguant de la crise économique, décrète une baisse de salaire, il pousse les mineurs à la grève. Il parvient à vaincre leur résignation et à leur faire partager son rêve d'une société plus juste et plus égalitaire. Lorsque la grève éclate, la Compagnie des Mines adopte une position très dure et refuse toute négociation. Affamés par des semaines de lutte, le mouvement se durcit. Les soldats rétablissent l'ordre, mais la grève continue. Lors d'un mouvement de rébellion, de nombreux mineurs défient les soldats qui se mettent à tirer sur les manifestants : Maheu, l'ouvrier chez qui Étienne avait pris pension, est tué. Les mineurs se résignent à reprendre le travail. C'est alors que Souvarine, un ouvrier anarchiste, sabote la mine. Quelques mineurs meurent. Étienne, Catherine et Chaval, son amant, sont bloqués dans la mine. Chaval provoque Étienne qui le tue. Il devient enfin lamant de Catherine qui meurt dans ses bras avant l'arrivée des sauveteurs. Étienne sort vivant de cet enfer et repart pour vivre plus paisiblement à Paris. Un jour, Étienne l'espère, il en est persuadé, les ouvriers vaincront l'injustice
" La Taberna " (1877) cumple con el primordial objetivo de Zola, " dar al lector un fragmento de la vida humana " , fragmento en el que el alcoholismo, la haraganería, la promiscuidad, la vergüenza y la muerte sirven para presentar a su protagonista como la heroína de una " moral en acción " .